El desempleo en que han quedado muchas personas a causa de la pandemia, les coloca en grave situación de vulnerabilidad ante viales que se valen de cualquier cosa para obtener dinero tal y como fue el caso de Rosario y Andrea quienes fueron engañadas con un supuesto contrato laboral.
Esta semana, El Sol de San Luis recibió el reporte de dos personas que fueron defraudadas por supuestas áreas de reclutamiento de reconocidas empresas instaladas en la capital del estado, de donde se les solicitó depósitos y transferencias de dinero para pagos diversos.
En el primero de los casos, "Rosario" N. quien subió su curriculum a empresas de reclutamiento y a varias empresas que solicitaban el perfil que ella cumple, recibió un correo electrónico donde se le informaba de su posible contratación en una empresa de nombre momentáneamente 'reservado'.
Se le solicito enviar su documentación, se le dio cita para una entrevista virtual y se le solicito un pago de 200 pesos para consultar sus antecedentes no penales.
Luego de ese primer pago siguieron solicitando depósitos en cantidades similares y posponiendo la fecha de la entrevista, para ello y a fin de convencerla le dijeron que la empresa que la contrataría era Cummins, días después le dijeron que de Ricolino, por lo que ante lo sospechoso de los depósitos que se le solicitaban y el cambio de empleador decidió comunicarse a las líneas de la empresa Cummins donde le dijeron que no tenían vacantes y que su caso no era el único.
Caso similar el de Andrea, el mismo modus operandi, pero serían empresas distintas a las de Rosario las que la contratarían, con la diferencia también de que además de los pagos anteriores se le solicito que hiciera depósitos para los artículos e insumos antibacteriales que usaría al acudir a la empresa, como sanitizantes, dosificadores, etc.
Al comentar lo anterior con un familiar, éste le aclara que es la empresa la que debe de proveerle de esos insumos mientras acuda a laborar, por lo que deja de hacer los depósitos, se comunicó también con las empresas que se le mencionaron y corrobora igual que no estaban contratando personal.
Coincide, que ambas jóvenes, enviaron sus CV a empresas de reclutamiento legalmente establecidas y a empresas que tenían vacantes, entre las que no se encontraban las que supuestamente las contratarían, por lo que decidieron contar su experiencia a fin de alertar a otras personas.