Aunque la intención es buena al proponer que el salario mínimo en el estado sea de 8 mil pesos mensuales, es difícil hacerlo, señaló Eduardo Kasis Chevaile, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).
Luego de que el gobernador del estado propuso que el salario mínimo en San Luis Potosí sea de 8 mil pesos mensuales, Kasis Chevaile acotó que en primer lugar, los salarios no se rigen por un ordenamiento estatal, sino por el Congreso de la Unión, por lo que en todo caso, la propuesta debiera presentarse a la Cámara baja.
Abundó que además, en caso de que fuera posible establecerlo de manera estatal, hay municipios en los que su economía no permite manejar dicho monto, "de los 58 municipios, a lo mejor en 6 su economía puede soportar esta propuesta, pero habrá otros 52 que no están en condiciones", incluso cuestionó si demarcaciones como Villa de la Paz, Aquismón o Tanquián pudiera manejar ese salario.
Explicó que cuando se aplican este tipo de medidas sin considerar la capacidad financiera de las empresas o negocios, se pueden generar problemas de inflación e informalidad; lo primero debido a que al tener mayor gasto en nómina, las empresas elevan el costo de sus productos o servicios, situación que ya ocurrió en los sexenios de Luis Echeverría a Miguel de la Madrid y derivó en la eliminación de tres ceros a la moneda mexicana en la administración de Carlos Salinas de Gortari.
Respecto a la informalidad, señaló que los establecimientos pueden optar por no darle un contrato formal a sus trabajadores para evitar pagar ese salario, lo que además conlleva que no cuenten con seguridad social, Infonavit, fondo de ahorro para el retiro y otras prestaciones, "(en la informalidad) a lo mejor pueden ganar más dinero, pero se les olvida que van a llegar a una etapa donde no van a ser productivos y a lo mejor llegan sin vivienda, sin salud, sin una pensión".
Kasis Chevaile dijo considerar que quizá para 2024 el salario mínimo ya esté en 8 mil pesos en el país, pues recordó que se aplica un aumento anual, y este año la propuesta es que sea de entre un 18 y 22% que ya de por sí sería difícil para las empresas, por lo que destacó la importancia de que estos incrementos sean analizados por expertos que logren que los trabajadores ganen más sin generar un espiral inflacionario.