El reto más grande para las autoridades ha estado en la realización de fiestas privadas a pesar de la pandemia. La secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez, informó que de 442 llamadas que ha recibido la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), 310 son por fiestas clandestinas, principalmente en la Capital potosina.
Manifestó que en estos casos, los reportes se canalizan a los ayuntamientos para su atención, y en el caso de la Capital, el reporte pasa a la Cuadrilla de Sana Distancia, que trata de disuadir estos eventos.
Al respecto, Roberto González Rubio, director de Gobernación, indicó que los establecimientos nocturnos han acatado las disposiciones en materia de salud, sin embargo donde siguen las irregularidades, es en los salones de eventos.
Mencionó que por ejemplo, el viernes de la semana pasada se realizó una boda en el municipio de Soledad, en la cual había tres grupos invitados, "hubo necesidad de suspender la actividad, porque aunque la boda tenía 150 invitados, se estaba empezando a congregar a las afueras gran cantidad de personas".
González Rubio señaló que por ahora no se han aplicado clausuras definitivas a los salones que han violentado las restricciones sanitarias, "lo que hemos hecho es levantar actas administrativas avisándoles que no están en condiciones de hacer eventos, y advirtiendo que de reincidir, van a hacerse acreedores a una clausura definitiva".
Por separado, el secretario General de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, solicitó a los presidentes municipales que no expidan cartas de anuencia para la realización de eventos, pues siguen las carreras de caballos, jaripeos y demás, en donde los organizadores se amparan en esas cartas, para llevar a cabo dichas actividades.
También recomendó que en caso de no tener la capacidad para suspender algún evento, soliciten el apoyo del gobierno estatal, que puede convocar a la Policía Estatal, Ejército y Guardia Nacional para evitar que se lleven a cabo.
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