Las cruces hechas de palma tejida a mano de diferentes tamaños, así como el olor a manzanilla, que para los católicos representa la eucaristía, inundaron las calles del centro histórico de San Luis Potosí, que atestiguaron el inicio de la Semana Santa con la conmemoración de la Entrada Triunfal de Jesús a Jerusalén, también conocida como Domingo de Ramos, con una procesión que inició en el Sagrario Metropolitano y concluyó en la Catedral Metropolitana.
Desde temprana hora gente de todas las edades, se dio cita en el templo también conocido como La Compañía en la Plaza de los Fundadores, para esperar la procesión, la cual encabezó por primera vez en San Luis Potosí el Arzobispo monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe.
Quien antes de iniciar, recorrió la iglesia para bendecir las palmas de los creyentes que acudieron a este lugar, no solo para para recordar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, sino también para poder llevar protección a sus familias, a sus hogares, tan necesario hoy en día.
Posteriormente seguido de la gente y con cánticos de los asistentes, inició un recorrido por la calle de Álvaro Obregón, para seguir avanzando por Ignacio Aldama y Posteriormente dar vuelta en Carranza, justo a un lado de Palacio de Gobierno, para avanzar hacia Plaza de Armas, un recorrido que se realizó en medio de gente que veía al jefe de la iglesia en San Luis Potosí dar bendiciones a la gente, las cuales eran recibidas con agrado.
A su llegada a la Catedral Metropolitana el Arzobispo monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe ya era esperado por decenas de fieles, quien con su mano en alto y con el ramo en ella, esperaban pacientes la bendición, acercándole incluso a menores y adultos mayores para que la recibieran, posteriormente entró al recinto, en donde ofreció misa.
