Cumplen "gritones" con tradicional remate

Todavía ente lodo y basura, restos de la tromba que la semana pasada inundó su área y hechó a perder mucha de su mercancía, los 'gritones' cumplieron este lunes con el tradicional remate de fin de feria.

Sin embargo, pese a ello fue escaso el volumen de compradores; quizá por la coincidencia con en el regreso a clases, y el evidente gasto previo de útiles y uniformes escolares.

Los 'gritones' no han recibido los apoyos ofrecidos para recuperar el costo de la mercancía perdida durante la lluvia que arrasó sus puestos, y el patronato de la Feria Nacional Potosina apenas les dio permiso de quedarse no uno, sino tres días para rematar la que les quedó.

Vicente E., comerciante de vajillas y utensilios de cocina, dice que después de la inundación literalmente adelantaron el remate.

"Empezamos a rematar la mercancía; adelantamos el remate, tuvimos que dar al costo o menos muchos artículos", relató

"Hoy (ayer) ya son pocos los que se quedaron a rematar; algunos ya no se quedarán, porque siguen a otras ferias del país...".

Este lunes, todavía fue posible ver comerciantes y sus" chalanes" lavando, quitando el lodo a muchos artículos, como platos, vasos, cacerolas y artículos de plástico; mercancía que se puede lavar y recuperar, como dijo el gobernador.

Las cobijas, almohadas, sábanas, edredones y cobertores que se mojaron se desecharon. No se vendieron.

En el piso del área, todavía seguía el lodo resbaladizo -con riesgo de que adultos mayores se resbalaran- como muestra del desinterés de la autoridad que ofreció ayudar a los mercaderes.

Incluso, ya albañiles del Patronato tapaban con piedra y mezcla los agujeros que los comerciantes horadaron para desalojar el agua que alcanzó así el metro y medio de altura, y que solamente así salvaron el resto de su mercancía.

Los llamados no oficiales para ayudar a los comerciantes después de la tragedia, quizá sí ayudaron un poco para recuperarse en poco, y el tradicional remate ya salió sobrando.

Y es que al menos en el primer día de remate fueron pocas amás de casa o familias que acudieron; no hubo tumultos como en otros años.