Por quinto año consecutivo el colectivo Cuidadoras Potosinas , llevó a cabo su tradicional peregrinación a lo largo de la Calzada de Guadalupe, hasta llegar al Santuario de la Virgen que lleva el mismo nombre.
Como un acto de fe y resiliencia que más allá de la religiosidad de cada integrante, se trata de un encuentro entre iguales y quienes comprenden que la lucha colectiva es entender el esfuerzo y el trabajo que implica el cuidar de otras personas.
Fue así que en punto de las 12:30 del día , a través de una oración repleta de empatía, las familias que integran este colectivo empezaron a sumar una lista de deseos que implican no sólo el cuidado de sus seres queridos, sino también el reto que conlleva realizar acciones en beneficio de si mismos.
Porque cuidar de otros, también es despojarse de su autonomía, olvidarse de sus sueños e incluso interrumpir su descanso diario.
“Es una tradición esta peregrinación, porque a pesar de que no somos una organización con fines ni religiosos ni políticos, la mayoría de nosotros o por no decir que todas somos mujeres de fe, nos reunimos para dar gracias, porque al final la palabra fe es algo mucho más que una creencia”, comentó en entrevista Mariana Hernández Noriega, representante del colectivo.
Hernández Noriega recordó que esta peregrinación, es para la mayoría de las integrantes de este colectivo, rememorar un año repleto de esfuerzos , que como la Virgen María, sobrellevan el viacrucis que significa ver a un hijo adolecido.
“Es un acto de fe, es un acto donde iniciamos con una dinámica donde hablamos de valores y de lo que nosotros necesitamos para poder seguir cuidando día a día y enfrentando nuestros problemas diarios, nuestras realidades en donde ustedes nos han visto, nos han acompañado el vivir en hospitales, vivir en juzgados familiares, nosotros tenemos muy consciente que en cualquier minuto podemos perdemos a nuestros hijos, entonces vivimos al límite cada momento “.
Hernández Noriega, también señaló que las advocación Mariana de la Guadalupana, es el ejemplo real de lo que significa ser un persona cuidadora, con una sola diferencia, hoy ellas pueden acompañarse en lo momentos difíciles que conlleva hacerse cargo de una persona con discapacidad, o enferma.
“La Virgen de Guadalupe pues es la primer cuidadora de la que se sabe a lo largo de la historia, pues cuidó a un hijo que fue precisamente a Jesús y vio a morir a su hijo , que lo tuvo en los brazos muerto, que lo vio como lo atormentaron . Yo comparo mucho ese sufrimiento de la Guadalupana con nosotras, cuando por ejemplo en cada proceso hospitalario pues vemos como nuestros hijos tienen que pasar por cirugías, por terapias muy dolorosas , pero pues tenemos que hacerlo porque es eso o verlos ir”.
En esta peregrinación participaron un total de 20 familias pertenecientes a este colectivo, quienes tambien manifestaron lo importante que es crear hermandad, para sostener las labores de cuidado, porque si ellas cuidan 24 horas al día, los siete días de la semana ¿quién cuida de quienes cuidan?