El tiempo real que un trabajador dedica a su familia, es de 19 minutos en promedio al día, lo que se traduce en menos de un año en toda la vida si esa persona vive 75 años, destacó Lucía Hernández Pinto, directora del Instituto Municipal de la Familia en Querétaro.
Este viernes Hernández Pinto impartió una conferencia en San Luis Potosí dirigida a empresas, orientada a fomentar el equilibrio entre trabajo y familia; en ella, señaló que entre más horas dedican al trabajo las personas, menos tiempo tienen para la familia, y México es uno de los países en los que más horas se trabaja a la semana, en el caso específico de San Luis Potosí, el 22.6% de los trabajadores trabaja más de 48 horas a la semana, mientras que en Jalisco que es el que tiene menos exceso de horas de trabajo, es de 16%.
Al considera la jornada laboral, los tiempos de traslado, un promedio de 8 horas de sueño, entre otras actividades, se calcula que el tiempo real que dedica una persona a convivir con la familia, es de apenas 19 minutos al día, esto es menos de 3 horas a la semana, menos de un día al mes, y menos de un año en toda la vida (calculando una edad de 75 años).
Destacó que de acuerdo a estudios, cuando un menor comparte la hora de los alimentos con su familia sólo dos veces por semana, tiene un riesgo de 169% de tener amistades nocivas y caer en drogas, mientras que en un menor que comparte la hora de la comida con su familia cinco o siete veces a la semana, el riesgo de caer en drogadicción es de 30%, y además aumenta un 38% su desempeño escolar.
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Así mismo, mencionó que también hay un desafío de género para las mujeres, puesto que hay un 60% de probabilidad de que la mujer deje el trabajo al embarazarse, ganan 33% menos salario si son madres; aunque los hombres pasan más tiempo en el trabajo, con un promedio de 48 horas a la semana contra 38 de las mujeres, las mujeres dedican 40 horas al trabajo no remunerado y los hombres sólo 15, lo que se atribuye a que aún se considera que la mujer es quien debe dedicarse a los cuidados primarios del hogar.
Mencionó también que los problemas familiares impactan en las empresas con una mayor rotación de personal, mayor abstencionismo, menor rendimiento, pérdida de talento, falta de concentración y mayor nivel de estrés laboral; tan sólo el estrés laboral cuesta entre 5 mil y 40 mil millones de dólares al año.
Con estos datos, instó a las empresas a propiciar que sus trabajadores tengan un balance entre el empleo y la familia, pues además de generar bienestar personal y social, pueden tener un beneficio en sus negocios.