La Ciudad de San Luis Potosí, tiene una gran diversidad cultural en cada uno de sus rincones y es que, aunque ahora pareciera algo muy cotidiano y un simple nombre, la realidad es que sus 8 barrios son espacios con mucho valor tradicional pues algunos incluso fueron fundados por pueblos originarios y han sido parte de la división de la ciudad desde su origen.
Tlaxcala, San Miguelito, El Montecillo, San Juan de Guadalupe, San Sebastián, Santiago y Tequisquiapan son los siete barrios de San Luis Potosí. Cada uno de ellos tiene su propia identidad y han logrado conservar gran parte de sus tradiciones.
Barrio de Tlaxcala
Fundado por el Capitán Miguel Caldera y por familias tlaxcaltecas en 1592,quienes se situaron al norte de la ciudad, este barrio terminó de consolidarse con la llegada de los guachichiles en 1592. Se estableció a extramuros del asentamiento español de San Luis Potosí, que hoy en día todavía deja ver el esplendor en sus fincas, calles adoquinadas y de su Templo de la Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcalilla, mismo que, en 1605, fue acompañado por un convento erigido por los franciscanos y quienes estuvieron a cargo hasta 1868. En ese templo descansan los restos de Fray Diego de la Magdalena, quien adoctrinó a los indígenas hasta su muerte en 1605.
Su fiesta patronal se festeja el 15 de agosto en honor a Nuestra Señora de la Asunción, cuya imagen de bulto en el barrio de Tlaxcala data de 1912 y fue traída de Valencia, España por Fray Pedro de Alcántara Espinoza.
Los festejos comienzan desde el 1 de agosto con la bajada de la Virgen, denominada “el tránsito de María” o “la dormición de María”; y con peregrinaciones y entradas de cera de los sectores que se organizan con actividades culturales, música y actividades religiosas para demostrar su devoción.
Durante los festejos también realizan concursos, entre los que se encuentra el de marmotas, además de la instalación de comercios y juegos mecánicos en los alrededores en espera de la fiesta principal del 15 de agosto en la que no puede faltar la pólvora. Estos festejos involucran a gran parte de los habitantes de ese barrio, quienes mantienen vivas las tradiciones y llenan de color las calles del barrio de Tlaxcala.
Barrio de San Miguelito
En 1597 fue fundado por familias otomíes y tlaxcaltecas traídas por los franciscanos. Al principio fue denominado barrio de Santísima Trinidad y para 1830 ya era conocido como barrio de San Miguelito. Tiene su templo principal en la calle General Fuero, donde fue construido en 1733, siendo hasta 1868 cuando fue elevada a la categoría de parroquia.
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Tal como indica el nombre, el santo protector de los habitantes de esa zona es San Miguel Arcángel, y su fiesta patronal se realiza el 29 de septiembre.
Este lugar ha sido escenario de momentos históricos y personajes que han dejado huella en el barrio, algunas de ellas como leyendas que siguen siendo parte de la historia oral de la población. Además ha sido escenario de acontecimientos históricos como fue el de la calle 5 de mayo número 1045, donde Francisco I. Madero permaneció antes de huir hacia el norte.
Otro personaje destacado fue el famoso cantante Jorge Negrete intérprete de la canción “Acuarela potosina” del compositor Pepe Guízar. El cantante inmortalizó con su voz al barrio pues en su estrofa inicial dice: “yo soy de San Luis Potosí, y es mi barrio San Miguelito …”
También destacan leyendas como la de “La loca Zulley” y el Callejón del Diablo y la Bruja Mariana.
Barrio del Montecillo
Situado al oriente y fundado en 1600 por otomíes y tlaxcaltecas, quienes al principio se dedicaron a la industria textil. En 1730 comenzó la construcción de la iglesia principal que finalizó en 1751 y estaba justo frente a la segunda plaza de toros de la ciudad. La fiesta patronal del barrio está dedicada a San Cristóbal Mártir y se celebra el último domingo de agosto, de hecho la iglesia tiene una imagen con San Cristóbal.
Con la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, al barrio se le hicieron grandes transformaciones pues las vías ferroviarias lo dividieron en dos y la plaza de toros frente a la iglesia fue demolida para crear más instalaciones del ferrocarril. También el panteón con el que contaba el barrio desapareció debajo de talleres del ferrocarril y de lo que ahora es el puente Othón, la escuela Ferrocarriles, los patios y la calle Azteca Sur.
El ferrocarril se convirtió en uno de sus principales emblemas, pues su población se dedicó a la máquina, que fue evolucionando con el paso del tiempo.
Barrio de San Sebastián
Surgió en el año de 1603 con la llegada de indígenas otomíes, quienes fueron parte de la doctrina de los agustinos hasta 1738. El barrio ha sido escenario de cultura y tradiciones además de estar lleno de arte.
En 1708 comenzó la construcción de la iglesia actual, la cual quedó concluida en 1775. Tiene una bella fachada barroca y en su interior alberga una escultura francesa de San Sebastián y una colección de pinturas de los doce apóstoles. En la actualidad también se destaca por el hermoso jardín a las afueras de sus instalaciones.
En este lugar celebran su fiesta patronal cada 20 de enero y el santo patrono es San Sebastián.
En la iglesia de ese barrio ocurrieron dos casamientos importantes. El 26 de enero de 1807 el coronel Félix María Calleja del Rey contrajo nupcias con María Francisca de la Gándara y en 1814, Calleja del Rey fue nombrado Virrey de la Nueva España.
También el poeta Manuel José Othón contrajo matrimonio en el templo de San Sebastián con Josefa Jiménez y Muro en 1883. Othón falleció en el número 360 de la calle Comonfort, de este mismo barrio el 28 de noviembre de 1906 y todavía se conserva una pequeña placa en el exterior del inmueble como recuerdo del acontecimiento.
José Lorenzo, artesano indígena que esculpía la cantera nació en ese barrio y fue el encargado de dirigir la obra del templo del Carmen con ese material con un estilo barroco.
San Sebastián también vio nacer a una de las primeras mexicanas que brilló en Hollywood, es decir, María Guadalupe Villalobos Vélez, mejor conocida como Lupe Vélez.
Barrio de San Juan de Guadalupe
Formaba parte de la villa de San Miguelito, y su fundación data de 1676 con la llegada de mestizos, mulatos y españoles que se establecieron al sur de la ciudad. Para 1701 contaba con su propia capilla y con su propia plaza para 1797.
El santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fue construído en 1772 por el arquitecto Felipe Cleere, quien le dio un estilo barroco y neoclásico. El santo patrono es San Juan Evangelista, aunque también veneran a la Vírgen de Guadalupe.
Las fiestas patronales de este barrio se realizan el 27 de diciembre.
Con la llegada de otomíes, mexicanos y españoles originarios de Guanajuato y Jalisco que se asentaron cerca de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, este lugar fue llamado Tierra Blanca o Tierra Nueva.
Pese a que antes no era una tierra fértil, con los años el lugar comenzó a ser de interés por el cauce del río Españita y las corrientes de la sierra, por lo que los pobladores se dedicaron a la la agricultura sembrando calabaza, frijol, maíz, cebolla y caña.
Además, también había quienes fabricaban carbón y trabajaban la cantera. Posteriormente también se instalaron talleres de algodón y lana.
La población del barrio siempre fue muy religiosa y a la fecha las tradiciones siguen muy arraigadas. Durante su conformación, tuvieron alrededor de cuatro templos, aunque hay quienes dicen que hubo uno más en el cementerio, mismo que desapareció con la creación del panteón del Saucito.
Algunas de las costumbres que todavía se conservan en el barrio son la Pasión Viviente, una representación de pasión, muerte y resurrección de Jesucristo durante la Semana Santa, en la que participan habitantes de la zona y que requiere de varias semanas de preparación. Además otro evento emblemático es el tradicional Carnaval del Barrio de San Juan de Guadalupe, costumbre que surgió en 1921 por León Peréz Márquez y que a la fecha se sigue celebrando con gran fervor cuatro días antes del miércoles de ceniza entre los meses de febrero y marzo.
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Barrio de Santiago
El Barrio de Santiago del Río se fundó en 1592 por Fray Diego de la Magdalena y el capitán Miguel Caldera, quienes desplazaron a los pobladores originarios que estaban asentados en donde hoy se ubica la plaza de Los Fundadores, reubicándolos hacia el norte, junto al Río Santiago.
El templo de este barrio data de 1804 y de acuerdo con algunas versiones, fue Fray Diego de la Magdalena quien colgó las campanas en un mezquite que todavía se puede encontrar en el lugar. Entre los elementos que destacan en su construcción están la torre, que es similar a la de la Capilla del Saucito, y que fue fabricada por el maestro albañil Luis Alfaro en 1844; y el capulín, el cual se asemeja al coronamiento de la Caja del Agua.
El Santo Patrono de la iglesia y del barrio es el Apóstol Santiago, cuya fiesta se celebra el domingo siguiente al 25 de julio.
Es uno de los barrios que conservan sus tradiciones religiosas y la celebración de la fiesta patronal comienza desde una semana antes con un novenario, además de carnavales y entradas de cera.
Al estar ubicado en las cercanías del Río Santiago, en muchas ocasiones sufrió inundaciones que constantemente causaban temor entre la población que ahí habitaba. Además, también contó con su propia plaza de toros y con el Teatro Arista.
Tiene una gran riqueza cultural y tradicional, como lo son las leyendas y una muy popular es la de una hechicera india guachichil, quien alentó a los habitantes del barrio para hacer una revuelta con la finalidad de destruir las imágenes del templo.
Además, ha sido hogar de personajes importantes, como el famoso luchador “Mil Máscaras”, Aaron Rodríguez Arellano quien se dedicó a la lucha olímpica y se convirtió en un ídolo internacional quien hasta tuvo su propia película.
Barrio de Tequisquiapan
Fundado a extramuros de la ciudad, está ubicado al poniente y data del siglo XVI. Este barrio fue conocido como “el pueblo de Tequisquiapan”, pues la riqueza de su tierra le permitió ser el principal productor de hortalizas para satisfacer la demanda local.
Posteriormente, se convirtió en el lugar de descanso de familias acaudaladas, obteniendo la fama de ser una de las zonas más elegantes de la ciudad, llenándose de fincas, de las cuales algunas todavía sobreviven con su esplendor, mientras que otras ya desaparecieron.
En 1676 contaba con una ermita que para 1756 recibía el nombre de Santa Ana. La primera iglesia dedicada a la Señora de los Remedios fue construida de 1819 a 1828 y fue considerada una de las iglesias más bellas de la región, pero por orden del gobernador Gabriel Gavira, fue demolida en septiembre de 1914, justo después de celebrar sus fiestas patronales, debido a la urbanización, que daría paso a la construcción de la emblemática avenida Carranza.
La actual iglesia ubicada frente al jardín y a un costado de la anterior, en la avenida Carranza, fue construida en 1966 y los planos son del arquitecto Enrique de Mora. La obra fue ejecutada por los ingenieros Joaquín Zendejas y Alfonso César.
Su santo patrono continuó siendo la Santísima Virgen de los Remedios y la fiesta patronal se continúa realizando en el mes de septiembre, pero el día 8. Los festejos comienzan desde una semana antes, el 31 de agosto, realizando la bajada de la imagen con serenatas y las típicas entradas de cera.
En este barrio también vivieron personalidades muy reconocidas, como Juan de Oñate y el doctor Salvador Nava Martínez.
Octavo barrio, El Saucito
El Saucito fue nombrado en febrero de 2024 como barrio, por lo que San Luis Potosí ya no tiene 7, sino 8 barrios. El Saucito fue fundado hace más de 200 años y debido a su ubicación al otro lado del río Santiago fue llamado paraje Las Encinillas.
Su templo, en honor al Señor del Saucito o Señor de Burgos, es famoso por su fabricación a partir de un tronco de árbol de sauce. La devoción a este santo se debe a su supuesta aparición cerca de donde se encuentra su iglesia, que fue primero un modesto recinto que se construyó en 1826 y después, la iglesia que actualmente es ícono del barrio, la cual inició su construcción en 1880 y finalizó hasta 1955.
La imagen del Señor de Burgos, como actualmente se conoce, tiene una historia interesante, pues cuentan que en 1825, Cesáreo de la Cruz, un jornalero caminaba para recolectar leña, y en los terrenos de la Estanzuela vio un “sauz” que tenía la forma perfecta de una cruz, por lo que pidió al dueño del terreno que le vendiera el tronco del árbol, pues había imaginado fabricar la imagen de Cristo bajo la advocación del Señor de Burgos, junto con su padre y su hermano Juan Lorenzo y Casimiro de la Cruz, con quienes emprendió el proyecto.
La primera fabricación la realizó Juan Pablo N., un aficionado de la escultura de San Juan de Guadalupe. Una vez concluida, la llevaron a bendecir, pero la imagen había quedado “defectuosa” por lo que el cura de la parroquia de San Luis, Dr. D. Tomás Vargas la tuvo oculta, y después de muchas súplicas la devolvió, no sin antes poner la condición de que fuera restaurada por una persona competente, por lo que fue llevada con el escultor D. José María Aguado, quien la restauró.
La imagen permaneció un tiempo en el templo de Santiago y fue hasta noviembre de 1826 que fue llevada a su capilla de Encinillas. La imagen es más conocida como Señor del Saucito por el material con el que fue construido y poco a poco el nombre de Encinillas también se fue modificando al de Saucito.
La fiesta patronal suele celebrarse del 18 de febrero al 5 de marzo y obviamente está dirigida para el santo patrono Señor de Burgos. Las celebraciones incluyen danzas, peregrinaciones, pólvora y mucha devoción.
Este barrio también es conocido por su panteón, su gastronomía, por ser un barrio bravo y sus leyendas, como la de “la dama enlutada” o la de “la niña de la casita de las muñecas”.
Cada uno de los barrios de San Luis Potosí han conformado cada una de las tradiciones que se viven y celebran en todos sus rincones, que a la vista pueden ocultarse, pero que en cada una de sus calles, fincas antiguas, templos y leyendas, reviven para continuar escribiendo la historia.