- En sus inicios en la década de los 70's el costo por juego era de 50 centavos, hoy día se cobra 20 pesos por juego
- Cuentan con mas de 20 juegos mecánicos en función
- Por un costo mínimo de 150 pesos, el espacio está disponible para sesiones de fotografía vintage
La melodía de un carrusel, parece ser el eco de un pequeño parque de diversiones que se niega a quedar en el olvido.
Enclavado a los pies de un puente automovilístico sobre la Calzada de Guadalupe, se encuentra este sitio repleto de historias, de sonrisas de niños y grandes que, durante más de 50 años han encontrado en El Parque De Diversiones Azteca o mejor conocida como la Feria del Santuario, un paraíso de diversión.
Para el señor José Luis Pérez de 73 años de edad, y quien se ha dedicado a resguardar este icónico sitio durante más de cinco décadas, comparte para El Sol de San Luis, un poco de la historia de este distintivo lugar, en donde más de un potosino llegó a disfrutar de sus emocionantes carros chocones, o bien, soltó unas cuantas carcajadas desde la altura de su emocionante rueda de la fortuna.
"Todo comenzó muy bien. Hace décadas éramos la única atracción donde la mayoría de la población potosina concurría. En ese entonces eran pocos los centros comerciales y sitios dispuestos para que la gente fuera a divertirse".
"Venían adultos y niños, personas de todas todas las edades, escuelas y empresas sólo para gozar de la diversidad de los juegos mecánicos".
"El dueño y nuestra familia (quienes hemos trabajado siempre para ellos) empezó con ferias itinerantes. Llegábamos a los pueblitos y a varios municipios no sólo de San Luis, sino también, de la República Mexicana".
"Fue entonces que llegamos a la calle de Zapata, donde ahora se encuentra la clínica del IMSS y la escuela secundaria Jaime Torres Bodet. Ahí en ese lugar estaba la Feria. Era un lote baldío, vacío que nadie ocupaba. Después llegamos aquí, pasando la Calzada y desde entonces la gente nos reconoce".
Un total de mas de 100 juegos mecánicos son los que han tenido en existencia. De los cuales hoy poseen sólo 22, mismos que cambian en determinado tiempo y les dan su debido mantenimiento.
José menciona que ha visto a miles de familias visitar este parque, mismas que hoy regresan para rememorar aquellos años de infancia. Pero los años y los cambios urbanísticos de la ciudad, hicieron mella en este lugar, que con el tiempo dejó de frecuentarse a diferencia de sus años de bonanza.
"En esta zona sólo existía el Parque de Morales, Plaza Fiesta y nuestra Feria del Santuario. Pero todo cambió hace unos 20 años cuando se construyó el puente automovilístico que da inicio a Av . Himno Nacional. La gente ya no encontró estacionamiento, se les complicaba cruzar y con los años eso no permitió que la afluencia fuera la misma".
Sin embargo, este hombre trabajador recalca, que a pesar de que en estas últimas décadas la afluencia decreció, siguen llegando familias, parejas y niños deseosos a la feria para pasar un rato ameno.
"Aquí seguimos abriendo. Estuvimos cerrados un total de siete meses, debido a la contingencia sanitaria, ¿se imaginan? Hicimos de todo para subsistir. Ahora que ya regresamos, los juegos se encienden en punto de las 6 de la tarde para terminar después de las ocho de la noche". "La gente viene más los fines de semana y pasa un rato agradable", remarcó José.
La situación ha cambiado mucho a comparación de hace 50 años, pero, la actitud y la manera de ver la vida para José dentro de este espacio sigue siendo la misma, repleta de energía, de amabilidad y por supuesto con unas ganas tremendas de que las personas lleguen y se diviertan.
"Viene gente de todo tipo, hasta abuelos que vinieron aquí de jóvenes, ahora llegan a divertirse con sus nietos. Tal vez la asistencia no sea la misma pero el alma de este lugar permanece, su esencia es la de siempre, la de hace 50 años y los juegos parecen los mismos gracias al cuidado y mantenimiento que les damos".
Llegar a la Feria del Santuario, es trasladarse al pasado, recordar las quermeses del Día del Niño y la Niña, rememorar las tardes en familia, y recapitular las anécdotas divertidas que se vivieron en la aventura de experimentar un juego mecánico nuevo.
Es estar de frente, a un portal del pasado, donde la niñez y la inocencia quedó prendada a los asientos del "gusanito" que en nuestra mirada infantil veíamos como una gran montaña rusa. Este parque es aventura, nostalgia y recuerdos vivos que son el vestigio de más de cinco décadas de diversión.
Datos que te pueden interesar...
- Este icónico parque de diversiones también ha sido utilizado como salón de fiestas y escenografía para obras de teatro y películas
- Dentro de su acervo, poseen juegos mecánicos antiquísimos dignos de colección
- Abren todos los días de la semana de 6 de la tarde a 8 de la noche
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