- La corcholata Marcelo Ebrard madrugó y tuvo desayuno con autoridades locales y entrevistas exclusivas
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador llegó a la planta de producción de autos eléctricos de la empresa BMW, la más moderna del mundo, a las 16.06, más de media hora después de lo anunciado, vestido de pantalón negro, camisa blanca y una chamarra de piel a la cintura.
Desde horas antes, cuando menos tres, ya lo esperaban los reporteros locales, los invitados especiales, entre los que estaban ex secretarios de la “herencia maldita” como Gustavo Puente pero también líderes de cámaras empresariales, de Coparmex, Uzzi y otros que van a tomarse la foto. Hasta Félix Bocard se dio tiempo para acudir, quien sabe en calidad de qué.
Pese al intenso sol que se hizo presente, los ventarrones de aire helado y tierra levantada del estacionamiento, incomodó a los asistentes. En otra área, los invitados VIP de la empresa, realizaban un recorrido por las diversas áreas de producción y entrenamiento y después pasaron al comedor a degustar buenas viandas.
La Presidencia de la República armó su pool de prensa local que salió después del medio día de la Alameda frente a la Iglesia San José. De un camión de transporte de personal, que olía a cebolla, sardina y leche cortada; al subir, al estilo 4T, les dieron su “torta del chavo del ocho” para que aguantaran la jornada.
Y como al que madrugada Dios lo ayuda, el canciller y corcholata presidencial Marcelo Ebrard arribó a primera hora a la capital de San Luis Potosí. Desayunó en el restaurante campestre de la delegación de La Pila con el gobernador Ricardo Gallardo, el secretario Lupe Torres, el diputado Cuauhtli Badillo, directores de algunos medios locales y concedió entrevistas exclusivas a sus consentidos. Los temas obviamente tuvieron que ver con sus ambiciones presidenciales.
Ya en territorio de Villa de Reyes, en el parque logístico donde opera BMW, los alcaldes de ese municipio y el de la capital fueron sentados en las filas de atrás. Enrique Galindo no perdió la oportunidad de hacer su clásico “en vivo” para ganar notoriedad, mientras lo cibernautas le reclamaban que mejor garantizara la seguridad y buenos servicios en el municipio, para que los trabajadores y ejecutivos de la empresa vivan en paz.
Como era de esperarse, los reporteros fueron enviados al tradicional corralito y personal de la BMW les impidió salir de ahí para hacer entrevistas. Lupe Torres, el poderoso secretario de gobierno y el secretario del trabajo Néstor Garza, aprovecharon la espera para desahogar temas. Ambos, con amplio futuro político y sin duda, estarán en la boleta en el 2024.
López Obrador tenía un semblante de que no estaba a gusto. Era evidente que eso de las grandes inversiones, los autos de lujo que solamente algunos privilegiados pueden comprar, no le gusta. Y así lo dejó en claro durante su discurso de 23 minutos, recargado en el atril, despeinado y hablando de un país que pocos conocemos.
Fue agradecido con BMW por confiar en San Luis y México y reconoció en el gobernador Gallardo, ser un buen promotor de inversión. Pero después vino su letanía: aquí apoyamos a los pobres, desde abajo, para erradicar la delincuencia, a los jóvenes que les llamaban “ninis” les damos becas, porque la riqueza no permea, es como si fuera una copa de vino que al llegar a tope, le ponen otra copa para que no tire nada abajo.
Quemó al ex presidente Trump al asegurar que quiso dejar fuera del Tratado de Comercio a Canadá y quería un acuerdo bilateral México-EU. Y terminó aceptando que es necesario generar riqueza…para tener que repartir entre los pobres de México!!!.
Harald Gottsche, presidente de BMW Group Planta San Luis y artífice de todos los logros, en perfecto español adelantó que se producirán diariamente 550 unidades para Abril y se contratarán 500 nuevos trabajadores, bien pagados. La de SLP es la planta más joven pero más moderna del mundo. Y lo mejor, se construirá la planta de producción de baterías, por lo que todos los autos eléctricos, tendrán baterías fabricadas aquí. Todo eso costará unos 800 millones de euros, casi mil de dólares.
Ante las intervenciones de Milan Nedeljkovic, del Consejo de Administración para Producción de la BMW, recién desempacado de Múnich, Alemania, y el propio Harald, el presidente López Obrador, el gobernador Gallardo y una trabajadora que estuvo en el presidium, tuvieron que usar audífonos. Ni el inglés y menos el alemán, usados en algunos momentos, es lo suyo.
Ricardo Gallardo destacó las ventajas que tiene SLP para los inversionistas y eso lo confirmó el canciller Marcelo Ebrard, echándole ambos porras, muchas porras, “al liderazgo y disposición del presidente López Obrador”. Sobre todo en lo que se refiere a la energía limpia.
A las 17.06 terminó. Los ejecutivos de la BMW se llevaron al presidente, al gobernador y al canciller, así como al embajador de Alemania y otras personalidades, a realizar un recorrido por la zona de producción. Los invitados, no muchos, tuvieron que esperar la instrucción para abandonar la carpa. San Luis, ya es eléctrico.