Tristeza, llanto de desesperación y desconcierto ante lo que viene, es lo que prevaleció este Domingo de Ramos entre vendedores de manzanilla, de globos, de tacos y otros productos como fruta, papas con salsa y postres en las calles de San Luis Potosí, debido a las nulas ventas que registran por la Emergencia Sanitaria.
Son pocas las personas que salieron a las calles a realizar diversas actividades principalmente a las tiendas de autoservicio, a comparación del resto de la semana donde se vio mas movimiento por las actividades laborales que en muchos negocios todavía no se paran.
En las inmediaciones de las iglesias del Centro Histórico como Catedral o San Agustín no se registró la llegada de vendedores de manzanilla como en otros años por el Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa y los productores de municipios aledaños se quedaron con toda su mercancía, que solamente pueden comercializar una vez al año.
Los vendedores de globos en la Plaza de Armas no habían vendido uno solo pasando el mediodía y los boleros tampoco habían recibido clientes; los pedigüeños tenían sus gorras vacías, si una sola moneda, en un panorama desolador que a muchos de ellos les arrancó el llanto ante la desesperación e incertidumbre porque esta situación podrían prolongarse.
Los vendedores de comida como tacos tampoco tuvieron la clientela acostumbrada, aunque no faltó quien pidiera para llevar. Los famosos puestos de menudo en El Saucito tuvieron escasa clientela y las gorditas de Morales cerraron sus puertas, aunque hubo algunos locales que abrieron solamente para llevar, con las debidas precauciones sanitarias.
Los restaurantes han reducido el personal y el horario así como el número de mesas, pero sus ventas han caído hasta un 90 por ciento y al menos los del primer cuadro de la ciudad, mantienen a la clientela de siempre que consume en el lugar o solicita su comida para llevar.