Las mujeres son puntuales, organizadas y firmes en sus posturas. Llegaron al Congreso del Estado decididas a que su voz se escuche y sus propuestas se conviertan en hechos, con la esperanza de que el foro que da la máxima tribuna del estado, sirva para que sus causas se conozcan.
En el Segundo Parlamento de las Mujeres organizado por la LXIII Legislatura, abundaron las propuestas sobre creación de nuevas instituciones para atender las quejas, denuncias, abusos, necesidades y demás temas relacionados a las mujeres, pues las actuales son insuficientes y no cumplen su función.
El graderío en el salón de Plenos no se llenó y eso que algunas de las 27 participantes llevaron a sus parientes y amigos. Las y los diputados ocuparon la zona VIP, pero solo permanecieron algunos minutos escuchando las intervenciones de las participantes elegidas entre 111 inscritas.
Discursos a favor del aborto, contra la violencia en todas sus expresiones, exigiendo que se eviten los feminicidios y se detenga a los violentadores. Hubo denuncias en nombre de las mujeres que son despojadas de sus hijos por maridos abusivos. También se denunció que las mujeres privadas de su libertad no tienen productos sanitarios para cubrir sus necesidades de cada 28 dias. Pobreza menstrual, le llamaron.
Fué Teresa Carrizales, la ex oficial del Registro Civil violentada por órdenes del ex secretario general del ayuntamiento de la capital Sebastián Pérez, quien pronunció el discurso que despertó a todos. Llamó “feministas podridas” a quienes “lo único que buscan es que haya más dependencias públicas para meter a sus amigos y conocidos”.
Las acusó de utilizar el tema del aborto, la violencia y la falta de oportunidades para sacar provecho y se lanzó contra la titular del Instituto de las Mujeres a quien responsabilizó de que este año no se hayan autorizado recursos para la Alerta de Género. Entre mas denuncias, más dinero para asociaciones y las mujeres víctimas se quedan solas en los juzgados y los hombres denunciados falsamente. Las criticó por promover el aborto y dijo que para no ser cómplice de todas las posturas externadas, mejor se retiraba del recinto y así lo hizo.
El Segundo Parlamento de las Mujeres tuvo representantes de las cuatro zonas del estado. Las mujeres indígenas, ataviadas con vestimenta tradicional, insistieron, como lo hacen en cada foro en el que participan, sobre la discriminación, la falta de atención médica y la explotación, y no es que sea una campaña o que les falten ideas, es que es la realidad que han vivido siempre y que no ha cambiado.
Su voz suena a desesperación, a veces a fastidio, pero no se cansan de gritarlo con la esperanza de alguna vez ser escuchadas. Fue el Segundo Parlamento con mucho entusiasmo y con los mismos problemas de siempre.