La crisis económica que vive el sistema de salud en México es consecuencia de las malas decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ahuyenta inversiones y generación de empleos y usa el dinero en programas sociales mal aplicados y salpicados de corrupción.
El vicepresidente de la Comisión de Salud y Asistencia Social del Congreso del estado, diputado Ricardo Villarreal Loo, expuso que por ello el IMSS y el ISSSTE está a punto de reventar, porque no reciben cuotas obrero-patronales y aumenta la atención de derechohabientes.
Explicó que la afectación en estas instituciones tiene que ver no solamente con su capacidad de infraestructura y la falta de ingresos, sino por cuestiones de responsabilidad del propio presidente de México, pues la pérdida de empleos es por la ausencia de inversión en el país.
Tampoco hay apoyo a las micros y medianas empresas que contribuyen con el 90 por ciento del aparato productivo nacional, no se apoya a las empresas ni la generación de empleos, afectando a quienes menos tienen y no puede atenderse en otra parte.
El propio presidente AMLO, su familia y funcionarios se atienden en hospitales privados, pero los ciudadanos no; la situación es muy crítica y se habla de transferir recursos federales al IMSS e ISSSTE, lo cual es necesario pero que se los quite a los programas clientelares.
Esto programas son mal administrados, con opacidad y corrupción como lo señala la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, que dice que el 55 por ciento de ellos tienen irregularidades graves.
Bajo este escenario, a México le espera un cierre de año con todas las crisis, la económica, política y sanitaria, la peor de las combinaciones con instituciones quebradas y seguramente será tiempos negros para todos los mexicanos.