Que la economía crezca este año 0.1 por ciento, y al tener como antecedente porcentajes positivos de crecimiento económico, este porcentaje no significa otra cosa que una desaceleración económica.
Así lo afirmó el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Gustavo Puente Orozco, quien opinó que “solo el crecimiento económico, es capaz de crear oportunidades, por lo que debemos continuar en la misma dinámica de buscar fuentes de inversión ante la desaceleración que se prevé”.
Con respecto a ¿cómo se vislumbra el inicio del nuevo año en términos económicos?, el funcionario estatal refirió que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público proyecta que, durante 2020, el valor real del PIB de México registre una expansión anual de entre 1.5 y 2.5 por ciento.
Ante esto, y partiendo de la premisa de que la generación de riqueza es la mejor forma para superar a la pobreza, en caso de que se prolongue la desaceleración o un estancamiento económico, los rubros: más afectados y en los que podrían esperarse efectos negativos serían: la inversión; el empleo, con lo que se afecta el consumo y el ingreso; así como la exportación y la importación.
De igual manera serían alterados los ingresos que fortalezcan a las finanzas públicas, por ejemplo, implica menor recaudación de IVA, ISR e impuestos a la importación; de igual forma la competitividad y en general la planta productiva y el bienestar social, concluyó.
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