La Dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos del Ayuntamiento capitalino desincorporó su departamento de Bienestar Animal, que formalmente pasó al control de la jefatura de Ecología y Protección Animal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
El área, de la que todavía está al frente Maritza Jenith Vázquez, está ahora bajo responsabilidad de la corporación policiaca capitalina, como ya se ha visto en los últimos días, en la toma de conocimiento de casos de maltrato o abandono, principalmente de perros.
El caso más reciente fue el del envenenamiento masivo de perros comunitarios en una colonia del poniente de la ciudad, y el de un lomito ahorcado de forma deliberada en la colonia Los Limones.
Se informó que recién se realizó el acuerdo administrativo para desincorporar el departamento; el Centro Integral de Bienestar Animal (CIBA) también queda fuera del control o administración de la dirección de Gestión Ecológica.
El CIBA fue inaugurado apenas en julio del año pasado, y en él se atienden y resguardan de forma temporal lomitos hallados rescatados de maltrato o abandono y que una vez repuestos son puestos en adopción responsable, aunque generalmente sus jaulas permanecen ocupadas la mayor parte del tiempo.
En la práctica, el departamento de Bienestar Animal debía realizar acciones tendientes a fomentar la protección animal, recibir denuncias por casos de maltrato o abandono e inmediatamente remitirlas para su atención, dar aviso de casos de animales silvestres o en peligro en extinción en cautiverio, así como dar aviso de casos en los que se detecte la venta de animales sin permiso o prohibida.
Aunque ha llegado a participar en campañas de adopción, esterilización o vacunación, también debe emitir protocolos para promover el control de animales en situación de calle, y emitir recomendaciones técnicas para el adecuado uso de espacios de refugio, albergue de animales creados por asociaciones, colectivos o rescatistas independientes.
En el nuevo reglamento de la SSPC se creó la Jefatura de Ecología y Protección Animal, que entre sus facultades tiene las mencionadas, además de otras como coadyuvar en labores de prevención, inspección, vigilancia, aplicación de medidas de seguridad y sanciones previstas en los ordenamientos relacionados con la protección al medio ambiente, la protección animal y el desarrollo sustentable, además de que cuenta con instalaciones, equipo y personal humano que antes no se tenía.