El desgaste que paulatinamente deje en las diversas corporaciones de seguridad el apoyo en el combate a la pandemia por Covid-19 y el combate a la incidencia delictiva que pese a la contingencia no cesa, pudieran rebasar a los cuerpos de seguridad al término de ésta, cuando se espera un repunte en varios delitos, principalmente patrimoniales.
“La pandemia está alterando los patrones delictivos de forma importante, la delincuencia no está en aislamiento social ni en cuarentena como gran parte de la población, por el contrario pudiera ser que esté aprovechando para cometer algunos delitos, principalmente en lo que compete a delincuencia organizada”.
En ello coincidieron, Renato Sales Heredia, ex funcionario publico de gobierno federal y Alejandro Hope, analista en seguridad quienes destacaron que la delincuencia no ha hecho cuarentena, los índices delictivos no cesan en algunas variantes incluso se han incrementado, por lo que policías y Fuerzas Armadas estarán rebasadas por la delincuencia al terminar la pandemia”.
“Por un lado, no se tenía capacidad en el estado mexicano antes de que iniciara la pandemia, y al termino de esta se enfrentará una dura crisis económica, la recuperación tenderá a ser lenta y perdurable lo que puede generar condiciones para el ascenso en delitos principalmente patrimoniales”.
Los expertos en seguridad participantes en un panel virtual sobre la actuación de las policías y fuerzas armadas en la pandemia destacaron que esta etapa abre una posibilidad única e irrepetible para que el estado reposicione a las fuerzas armadas frente a la ciudadanía, que se recuperen espacios que han sido cedidos a grupos criminales y establezcan un vínculo de confianza con la población.
“Con el aislamiento social debería verse una disminución significativa de algunas formas de delitos que se cometen en vía pública, en lo que se refiere a la delincuencia organizada hay evidencia de que los grupos criminales tienen problemas para hacerse de precursores químicos para la producción de droga sintética que se exporta a Estados Unidos, hacia donde parece que se han bloqueado los canales de distribución, temas de extorsión pueden seguir activos, pero el secuestro, cobro de piso y robo de hidrocarburos etc, pudieran haber disminuido por el confinamiento social, por lo tanto buscaran sustituir esas fuentes de ingresos que hoy tienen bloqueadas”.
Consideraron que los delincuentes podrían estar en debilidad con respecto a las condiciones normales “el hecho de que hayan salido en algunas localidades a tratar de paliar la emergencia entregando despensas podría ser más señal de debilidad que de fortaleza”.
Por otra parte el delito general no baja porque algunas partes hay incrementos en llamadas al 911 por violencia familiar y otros delitos al interior de los hogares, por otro lado la emergencia sanitaria por Covid es una oportunidad única para cerrar algunos giros negros o mercado de bienes ilícitos que alimentan a la delincuencia organizada y que son bien conocidos por las autoridades tanto locales como estatales y federales.