Con edificios desocupados en un 90%, el 55% de los locales vacíos, y 800 empleos perdidos, persiste la crisis en el Corredor Cultural Carranza, coincidieron empresarios.
El coordinador del Corredor Cultural Carranza, Eduardo Ayala Morales, manifestó que sigue acentuándose la crisis económica en esta vialidad, al grado de que hay edificios de oficinas, en lo que solamente está ocupada una de ellas, "hay edificios completos como el Edificio de la Madrid, donde solamente está una oficina (ocupada) en cinco pisos, hay otro edificio pasando Anáhuac que solamente está otra oficina y son cinco pisos, o sea, nadie lo ocupa", y el argumento es que no hay dónde estacionarse.
En su caso, el empresario y economista Gustavo Puente Estrada, indicó que en esta zona se han perdido 800 empleos debido al declive de la actividad comercial atribuida a la falta de estacionamiento, "que son 800 familias que ya no tuvieron un ingreso", y agregó que incluso la ciclovía le representó una pérdida de ingresos al Ayuntamiento al retirar los parquímetros.
Debido a ello, se pronunció por reubicar la ciclovía, pues aseguró que se han contabilizado las bicicletas que transitan por ella y son pocas, "las contamos dos días a la semana, de 6 de la mañana a 9 de la noche, pasaron en un día 56 bicicletas de ambos lados y otro día 59".
Al respecto, Francisco Eduardo Naif Gallegos, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), indicó que desde el sector inmobiliario se ha realizado un censo en el Corredor Cultural Carranza y los edificios se encuentran abandonados en un 90%, mientras que los locales lo están en un 55%, con un total de 80 inmuebles desocupados, cuando a principio de año la cifra no superaba los 50.
Ante esta situación, son los propietarios de los inmuebles quienes enfrentan el reto de reactivar la zona, lo que los ha llevado a disminuir los costos de las rentas en un 30%, aunque en el caso de la venta hay resistencia a hacerlo, pues no hay certeza respecto al precio que se puede aplicar debido a la especulación que persiste por el deterioro en que se encuentran las propiedades.
Destacó que a pesar de la situación, la avenida Carranza puede ser rescatada, pues "tiene un encanto y una conectividad que difícilmente se encuentra en otros puntos de la ciudad", sin embargo para ello es necesaria la colaboración de las autoridades, y por parte del sector inmobiliario "entender mejor lo que la gente quiere" para repoblar el corredor.
Restaurantes darían vida al corredor Carranza: Canirac
Hace falta mayor flexibilidad de la autoridad para con los restaurantes y centros de entretenimiento, consideró Alejandro Espinosa Abaroa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y de Alimentos Condimentados (Canirac).
Espinosa Abaroa señaló que en San Luis Potosí hace falta mayor flexibilidad de las autoridades hacia establecimientos como los restaurantes y los dedicados al entretenimiento, “porque a veces nos ven como algo malo, y no”.
Mencionó que por ejemplo, en otras ciudades le permiten a los restaurantes sacar sillas y mesas, no solamente a la banqueta, sino que incluso reducen a un carril el arroyo vehicular para que los establecimientos se instalen ahí, “ciudades como México, Montreal, Yucatán y Campeche; en Campeche cierran calles en determinadas horas y dejan sacar las mesas”.
Indicó que “las autoridades tienen que entender que si quieren generar movimiento en el Corredor (Carranza) y en el Centro, tienen que crear corredores donde haya vida social, si no hay vida social, se muere”.
Manifestó que por ejemplo, el pasado fin de semana que se realizó el desfile con motivo de Xantolo por la avenida Carranza hasta el Centro Histórico, los restaurantes ubicados en Carranza y algunos puntos del centro Histórico, tuvieron un repunte de 50 o 60% en afluencia de comensales, “todo este tipo de eventos ayudan a incrementar el número de comensales en los establecimientos”.
Por ello insistió en que debe existir una visión más amplia para apoyar al sector económico de restaurantes y entretenimiento, sin que esto signifique anarquía, pues reconoció que “tiene que ser un ganar-ganar de la autoridad y nosotros como empresarios”.
Lo anterior implica el establecimiento de reglas para evitar que se cometan abusos por parte de los establecimientos, e incluso que se apliquen cobros a quienes deseen acceder a mecanismos más flexibles, lo que además le generaría ingresos al Ayuntamiento.