Los espacios disponibles dentro de la Casa del Migrante luego de su reapertura, siguen sin ser suficientes para dar alojamiento a los 200 migrantes que en promedio se atienden cada día en la Casa del Migrante.
La insuficiencia de espacios y molestia de los vecinos porque desde hace meses gran parte de estos viajeros pernoctan y hacen sus necesidades en calles, banquetas y cocheras, obligó a los directivos de la casa hogar a instalar un toldo en su área de estacionamiento a fin de hacer mas ligera la situación, tanto para migrantes como para los vecinos.
La principal problemática referida por los migrantes es para accesar al tren durante el día, “hay mucha vigilancia por parte de la compañía en el día no pueden porque los vigilan con drones, las extorsiones por parte de policía privada y pública es la segunda situación mas recurrente, los extorsionan, básicamente en la parte sur del país, en el estado se han tenido algunos reportes pero no son tan significativos como en el sur del país”.
Al detallar lo anterior, el padre Marco Antonio Luna Aguilar, director de Cáritas y de la Casa del Migrante dijo que siguen buscándose formas de apoyar mas a este sector.
“Seguimos teniendo algunos detalles porque los vecinos si se cansan y si, la verdad es muy complicado que los migrantes pernocten afuera de la casa”, ya que aun y cuando si se cuenta con vigilancia policial, los vecinos quieren ver mas presencia para sentirse más seguros.
A partir de noviembre diciembre comenzó el incremento en el flujo de migrantes, “hemos llegado a tener hasta 200 en un solo día cuando antes eran 50 o 60 lo máximo que llegaba, con las adecuaciones podemos albergar hasta 150 dentro de la casa, la cuestión es la vigilancia para el Covid-19, cuidamos mucho que no haya hacinamiento, la capacidad se da en diferentes áreas, la mayoría son adultos jóvenes, familias que va en incremento, hemos tenido hasta cinco familias en un solo día”.
El flujo de migrantes es constante, con ello se tiene de cinco a 10 el promedio de niños por día, con ellos se cuida la alimentación que difiere de los adultos, y se les da prioridad junto con familias, y ancianos.
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