La Iglesia hizo un llamado a vivir el Día de Muertos recordando a quienes ya no están, y con oración para encontrar consuelo y paz.
El vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Tomás Cruz Perales, se refirió a la celebración del Día de Muertos, misma que invitó a vivir como parte de una de las tradiciones más emblemáticas de la cultura mexicana, que es reconocida en todo el mundo.
Mencionó que “es una bonita tradición mexicana donde nos congregamos todos como Iglesia, como sociedad y como toda persona que quiere adentrarse en las tradiciones”, lo cual se observa desde las escuelas, donde muchas colocan altares para fomentar las tradiciones entre los estudiantes.
Indicó que en su caso, la Iglesia Católica participa de las festividades a través de oración por los difuntos, y con acompañamiento a las familias, pues en algunos panteones incluso se realizan ceremonias eucarísticas para hacer la oración por los difuntos y las personas van a los templos para dejar sus intenciones.
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Reconoció que perder a un ser querido siempre es doloroso, más aún cuando se trata de situaciones como la desaparición de personas, en donde las familias no saben en dónde están sus hijos, o si se encuentran vivos, “siempre mostramos nuestra solidaridad con ellas, nuestra oración con esas familias para pedir su paz y su consuelo”.
En otro tema, Cruz Perales se refirió a las fiestas clandestinas que ha detectado el Ayuntamiento capitalino, en donde han encontrado jóvenes –incluidos menores de edad- consumiendo drogas y alcohol; al respecto celebró que la autoridad municipal realice este trabajo “reconocemos y exhortamos a que sigan haciéndolo, porque no sólo queda en consumo de alcohol y drogas, a veces por falta de cuidado hay hasta muertes, hay que evitar ese tipo de cosas”.
Aunque mencionó que también hay responsabilidad por parte de los padres de familia, indicó que “no pueden andar detrás de los hijos” todo el tiempo, además de que los jóvenes requieren libertad, y es en las familias donde se fomentan los valores humanos y cristianos que les ayudan a discernir entre el bien y el mal.