Dolor al tragar, fatiga, fiebre, dolor corporal, escalofríos o malestar, amígdalas inflamadas, dolor de garganta, ganglios linfáticos inflamados, dolor de cabeza o náuseas, son algunos de los síntomas que se generan tras contraer Mononucleosis, conocida como la Enfermedad del Beso.
Se trata de una enfermedad infecciosa comúnmente conocida como Mononucleosis o enfermedad del Beso, provocada por el virus Epstein-Barr. Se transmite por la saliva y no sólo puede ocurrir cuando se comparte un beso sino cuando se convidan alimentos.
Esta patología es causada por el Virus de Epstein-Barr (VEB), mismo que puede permanecer en el cuerpo sin generar un segundo cuadro clínico por el resto de la vida del paciente, salvo que desarrolle una importante baja inmunológica, como en el caso del Sida.
“Sólo en esas ocasiones debe ser motivo de cuidado; en el resto de los casos podemos decir que la mononucleosis se presenta una vez en la vida y que no tiene mayores repercusiones; no obstante, ante síntomas como los ya mencionados es importante acudir a atención médica”, indicó Jesús Jair Cuéllar Vázquez, profesor adjunto de la especialidad de Medicina Familiar, con sede en la Unidad de Medicina Familiar No. 45 del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS.
Es necesario ser diagnosticado por un profesional de la salud para tener un tratamiento adecuado porque estos padecimientos son muy parecidos a otros como la gripa, catarro común, influenza, dengue e incluso rubeola.
A esta enfermedad también se le conoce como la “enfermedad del beso o enfermedad de los enamorados”, debido a que su medio de transmisión es la saliva que se comparte de forma directa, y al tener un tiempo de incubación por algunas semanas, pudiera darse una infección con una persona que no presenta aún ninguna sintomatología.
Como medidas de prevención, se deben tomar en cuenta el estornudo de etiqueta, mantener una distancia entre las personas, realizar una correcta higiene de manos, así como evitar siempre compartir utensilios de uso estrictamente individual como recipientes de agua. Aunque hay que recordar que el principal medio de contagio es directamente con la saliva de la persona infectada.
Es importante acudir, ante la presencia de estos síntomas, con el médico familiar, quien debe brindar el tratamiento adecuado para la atención oportuna de esta enfermedad, y se añade ante los primeros síntomas como fiebre, cansancio, dolor de cabeza dolor de garganta, así como inflamación de los ganglios alrededor del cuello y bajo el maxilar inferior deben correr al especialista.