El Síndrome de West, es un tipo de epilepsia infantil que se presenta como convulsiones en los menores durante el primer año de vida. En el Estado de San Luis Potosí durante el 2021 se presentaron siete casos con el diagnóstico de (Otras epilepsias y síndromes epilépticos generalizados), cinco casos fueron en niños menores de 1 año y 2 en niños de 1 a 4 años de edad.
Trae consigo un alto impacto psicosocial para el paciente y su entorno, debido a la angustia que generan las convulsiones. Esta fecha es un llamado al respeto y a la empatía dedicada a los niños y niñas, así como a sus familias, que luchan día a día para que el desconocimiento y las barreras sean cada vez menores.
El tratamiento consiste principalmente en disminuir las convulsiones con la dependencia mínima necesaria de medicamento, y para ello las bases son: ACTH (hormona Adenocorticotrópica) y anticonvulsivantes. Desafortunadamente ningún tratamiento médico da alivio satisfactorio a todos los infantes con el síndrome de West, sin embargo, puede llevar a una disminución notable de las convulsiones.
La incidencia de los espasmos infantiles estaría comprendida entre 0.25 y 0.4 por mil nacimientos; y en cuanto a la prevalencia de esta enfermedad, los niños estarían un poco más afectados que las niñas.
A nivel mundial, en el 90 por ciento de los casos, las crisis aparecen antes del primer año de edad, en un 10 por ciento antes del tercer mes. La máxima distribución se sitúa entre el cuarto y séptimo mes, con una mayor frecuencia en el 6 sexto mes. Los inicios más tardíos (después de los 18 meses), son errores. Un inicio muy precoz (antes del tercer mes) puede verse sobre todo en las formas sintomáticas.
El sector salud, destaca la importancia de sensibilizar y concientizar a la población en general sobre esta enfermedad poco conocida, es con el objetivo de prevenir a las familias y fomentar la observación constante en niños durante sus primeros meses de vida para reconocer cualquier signo de alerta y acudan oportunamente a la atención médica.