Comuneros se han convertido en "el blanco" de empresas constructoras

En Santa María del Río, en un ejido de nombre "Enramada", "gente poderosa" se dedica a "engañar" a los ejidatarios con "ventas simuladas"

Patricia Azuara

  · lunes 21 de enero de 2019

La compra ilegal y muy por debajo de su costo real, es el mayor problema al que se enfrentan decenas de ejidatarios y comuneros propietarios de tierras, que se han convertido en "el blanco" de empresas constructoras e inmobiliarias.

Ahora es en el municipio de Santa María del Río, en un ejido de nombre "Enramada", en donde "gente poderosa" se dedica a "engañar" ejidatarios con "ventas simuladas". Por predios con valor superior a los dos mil pesos el metro cuadrado, se les ofrece solo 32 pesos el metro cuadrado.

Lo anterior lo señaló, el ejidatario Mauro Rico Campos, quien detalló que persona "de corbata", llegan con "pequeñas" cantidades de dinero y las distribuyen entre algunos ejidatarios, quienes les reconocen derechos de usufructo, propiedad y posesión.

María Dolores Terán Gámez, en complicidad con el presidente del comisariado, Homero Fabián Torres, dijo, han realizado asambleas para vender la parcela número uno, que se encuentra a pie de la carretera 57 y que por este motivo son tierras muy cotizadas.

"Compra lotes de mil metros o más dentro de la parcela común, ofreciéndoles el resto de forma pública con promocionales a pie de la carretera federal. El objetivo es apoderarse de cientos de hectáreas en el futuro, pues esa parcela está a un lado de cientos de hectáreas de uso común".

Para evitar que los ejidatarios se inconformen, están organizando una asamblea para evitar que los ejidatarios se defiendan, detalló. Por veinte hectáreas a pie de carretera, con un valor superior a los dos mil pesos el metro cuadrado, la están comprando a 32 pesos el metro cuadrado.

"Estos documentos son certificados e inscritos por la Notaría Pública No.11 a cargo del controvertido notario Lic. Bernardo González Courtade y la Notaria Fernanda González Zorrilla como consta en el instrumento número Ciento cinco mil trescientos cuarenta y uno del Volumen dos mil novecientos sesenta y siete".

Los compradores ya construyen bodegas y diferente infraestructura, sin autorizaciones municipales y sin que el Registro Agrario Nacional éste enterado; “y dicen que si esto funciona, no quedará un metro de uso común en éste año”, finalizó.