Es necesario hacer un presupuesto a tres meses para prevenir los gastos que se pudieran tener durante ese tiempo, a fin de que nuestras finanzas no se vean fuertemente afectadas durante la contingencia sanitaria por el virus Covid-19, la cual sin duda traerá repercusiones económica a nivel nacional y mundial.
Así lo manifestó Julio César López Amaya, especialista y asesor financiero, quien emitió algunas recomendaciones a la población en general para cuidar la economía de sus bolsillos durante este periodo de cuarentena, donde muchos sectores estarán deteniendo sus actividades.
Afinar la proyección de ingresos; es importante estimar los ingresos que por día tendremos, así como también las salidas de dinero que obligatoriamente debemos solventar, de igual forma buscar la manera de reponer los ingresos que se pierdan.
Asumir una “dieta económica”; hay que evitar hacer compras innecesarias, “no hay necesidad de estar saliendo a comer fuera de casa”, además de correr riesgo de contagio es un gasto que a la larga te puede traer afectaciones económicas, es mejor reservar lo más que se pueda nuestro dinero para enfrentar las posibles consecuencias que a futuro se puedan tener.
Valora tu “clavito”; si dentro de tus proyecciones visualizas que habrá alguna situación complicada, no dudes en hacer uso de tu colchón financiero. “Si a estas alturas no cuentas con una reserva, prioriza el conformar un ahorro equivalente a, por lo menos, tres meses de tus gastos fijos”.
Pon en pausa decisiones grandes, como viajes o comprar un auto, una casa, etc.; en estos tiempos tan difíciles no te endeudes, si pensabas hacer un gasto fuerte o adquirir un crédito, no te arriesgues, pues la economía global y las bolsas de valores están muy volátiles en estos momentos.
Finalmente, abastecerse sólo de lo necesario; la crisis podría impactar a las cadenas de suministro del comercio local e internacional de forma temporal, por lo que se recomienda a la gente sólo adquirir lo básico y necesario tanto en alimentos como medicamentos, sin comprar en cantidades excesivas pues eso desestabiliza a las cadenas productivas y de suministro, además de que también son gastos fuertes para nuestros bolsillos.