Aunque el espacio parecía no ser muy adecuado y los aromas que brotaban de la cocina interferían, la experiencia gastronómica sensorial inclusiva que se organizó en el “Rincón Huasteco” permitió a sus participantes una vivencia extraordinaria.
Entrar al establecimiento a ojos cerrados, y probar platillos tradicionales no sin antes olerlos y hasta tentarlos, muchos con la desconfianza de no ver qué es lo que se estaba probando; todos coincidieron en que no habían disfrutado nunca, como ahora, el sabor y los aromas de la comida; algunos no gustaron de ciertos platillos.
Hay ansiedad desde que se llega –a pesar de la explicación previa-, y ya en la mesa hasta para ubicar los cubiertos, la copa del mezcal o la botella de cerveza, el plato; a ciegas, también se agudiza el sentido del oído: Muchas voces, muchas indicaciones.
No es la primera vez que se realiza una actividad similar; hace unos días, como parte del programa, se realizó una experiencia gastronómica sensorial inclusiva, en la cenaduría “Alebrije”, especializada en platillos prehispánicos, y con la participación de casas de mezcales potosinos, que dieron un toque especial a esa actividad. Otros negocios también se han sumado.
Esta vez, en “Rincón Huasteco”, su propietario y chef, Taurino Galván, dio la bienvenida al personal de la subdirección de Turismo Inclusivo del Ayuntamiento capitalino, y a quienes se anotaron para vivir la experiencia; desde la entrada, todos llegaron con los ojos cubiertos, guiados por personas con discapacidad visual.
Se les explicó en qué consistiría el menú, y los ingredientes que llevarían los platillos, mientras el personal de Turismo inclusivo explicó las maneras en que esa experiencia gastronómica podría disfrutarse mejor. No era un protocolo, sino más bien una especie de ritual para acercarse a los sabores, a los aromas y adivinarlos.
El maridaje entre los alimentos y las bebidas -principalmente el mezcal y la cerveza artesanal-, fue un plus en esta experiencia sensorial inclusiva. Y otro plus: nadie podía revisar su teléfono celular. Se recomendó guardarlo, apagarlo o silenciarlo.
La dirección de Turismo Municipal, desde la actual administración, ha reconocido que el turismo accesible e inclusivo es muy amplio, pero no solamente debe ser enfocado a personas con discapacidad, aunque todos los sectores deben trabajar en eliminar obstáculos.
Desde el material accesible, como las guías turísticas en Braille, información en Lenguaje de Señas o accesibilidad de la página web, se ha incursionado en recreación inclusiva y experiencias sensorial, como la gastronómica y los recorridos turísticos en los que se venda los ojos a los participantes, y a través de los sentidos descubrir un poco de lo que la capital potosina ofrece.
A la par, se cuenta con la participación y disponibilidad de comerciantes y prestadores de servicios, como hoteles y restaurantes, a los que en recorridos con personas con discapacidad visual se realizan levantamientos técnicos les han realizado sugerencias para que modifiquen algunas de sus instalaciones para mejorar su accesibilidad, y e incluso conferencias y capacitación para que el personal para mejorar su trato a personas con diferentes tipos de discapacidad como visual, auditiva, motriz, intelectual y psicosocial, con miras a mejorar sus servicios inclusivos.
Cabe recordar que el Ayuntamiento capitalino ganó éste año, un premio internacional por las "Experiencias gastronómicas sensoriales inclusivas".