El Colegio de San Luis, COLSAN, cuentan con un programa para atención del agua, el cual tiene como objetivo realizar, impulsar y difundir la investigación de los procesos socioculturales que atañen a la gestión del vital líquido, poniendo espacial énfasis en estudios comparativos de México con otros países.
En su sitio web se pudo leer que su comunidad científica se debe enfocar a la atención en las formas de acceso, conflicto, negociación y regulación que la sociedad produce para responder a sus necesidades hídricas, tanto bajo las formas históricamente desarrolladas, como en sus manifestaciones actuales.
Afirman que los investigadores del programa están comprometidos con la identificación de soluciones viables para un aprovechamiento equitativo del recurso, la reflexión y la participación en la discusión sobre la política hídrica nacional y en la formación de recursos humanos en el quehacer de la investigación social. El programa desarrolla de manera más específica investigación y actividades principalmente en torno a dos líneas: gestión del agua y conflicto social, y abasto de agua a las ciudades.
En la actualidad, el COLSAN, forma parte del proyecto “El agua en México: usos, gestión y conflictos” que ha elaborado un equipo de investigadores de la Red de Colegios del país. También forman parte del programa “Water Law and Indigenous Rights” que auspician la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Universidad de Wageningen.
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Para sus estudios comparativos, el Programa Agua y Sociedad desarrolla una intensa colaboración con investigadores del Centre Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia y de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
Tienen una convocatoria para la generación de una cartera de proyectos en torno a la problemática del agua en el Valle de San Luis Potosí 2024, porque el acceso a este insumo de la naturaleza es reconocido como un derecho humano, representa un tema de gran relevancia y preocupación en los distintos sectores de la sociedad.
Aunque la Organización de las Naciones Unidas, ONU, ha establecido que la demanda de agua ha superado el crecimiento demográfico y la mitad de la población mundial actualmente sufre una escasez de agua grave, durante al menos un mes al año, también es un asunto de calidad y cantidad (suficiencia, saludable y aceptable), infraestructura (accesibilidad física y asequibilidad) y particularmente de gestión; lo que constituye uno de los objetivos de desarrollo sostenible a alcanzar antes de 2030.
En el caso del estado de San Luis Potosí, una parte de su territorio se caracteriza por encontrarse en una región semiárida, con bajo nivel de precipitación pluvial y escasas corrientes superficiales, lo que limita la disponibilidad natural de agua. Particularmente, el Valle de San Luis Potosí, ubicado en la región centro, presenta características de aridez, tales como baja precipitación anual (por debajo de los 400 mm) y escasa vegetación, aunado a procesos de urbanización en la que confluyen crecimiento industrial y poblacional. Esto ha generado una mayor presión sobre un recurso naturalmente escaso. Aunado a esto, se presentan sequías, sobreexplotación de los mantos acuíferos, deterioro de la calidad y contaminación del vital líquido.
Por esta razón, El Colegio de San Luis en asociación con Cummins y el Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología, promueven el establecimiento de un espacio abierto al diálogo en donde confluyan distintos sectores de la sociedad potosina en la formulación de ideas y planes para afrontar las problemáticas que el valle sufre en torno al agua.