Habitantes del norte de la ciudad encontraron “oídos sordos” en las autoridades estatales, por lo que buscarán ayuda del Presidente de la República para tratar de frenar la ampliación de las vías del ferrocarril.
El pasado mes de enero, la empresa Kansas City Southern comenzó a colocar postes de concreto frente a varias viviendas ubicadas frente a las vías en la zona norte de San Luis Potosí, al cuestionar el motivo, los vecinos se enteraron que estas maniobras formaban parte de un proyecto para ampliar las vías del ferrocarril.
Los vecinos recurrieron entonces al Ayuntamiento capitalino para exponerle diversos riesgos que observan con este proyecto, por ejemplo, que sus viviendas se quedarán sin acceso y que tampoco vehículos de servicios como gas o inclusive ambulancias, podrán ingresar cuando sea necesario ya que el cerco que instalaba la empresa estaba a menos de cinco metros de las viviendas.
También temen que la ampliación de las vías obstaculice aún más el tránsito vehicular, pues actualmente hay momentos en que las personas no pueden salir o ingresar a sus colonias debido a que el paso del tren les obstruye el camino; al circular más máquinas también se incrementarán las molestias de ruido por el tren, que ya causa estragos en niños con autismo que viven en la zona; además hay viviendas que ya tienen cuarteaduras por las vibraciones que genera el tren, y podrían abrirse socavones ya que los mantos freáticos están a unos cuatro metros de profundidad.
Aunque presentaron un escrito dirigido al alcalde Enrique Galindo Ceballos, no han sido recibidos por él, por lo que un grupo de los inconformes se trasladó hasta la Ciudad de México, donde fueron atendidos por diputados de la Comisión de Comunicaciones y Transportes así como dos representantes de San Luis Potosí, ellos comisionaron al regidor Edgardo Jasso para que los atendiera en la Capital potosina –quien no los ha atendido-, y en la Presidencia de la República les agendaron una cita con el delegado de la SCT en San Luis, Martín Vázquez.
Los vecinos tuvieron una primera reunión con el delegado de la SCT, personal del Ayuntamiento y de Kansas, en la cual les presentaron el proyecto y ellos externaron su rechazo debido a las afectaciones que les causará; días después volvieron a reunirse con personal de Kansas, en la cual solicitaron a la empresa y a la SCT, que muestren los estudios que avalan el proyecto, por ejemplo el estudio de impacto ambiental, pero siguen sin responderles dicha petición.
También acudieron al Congreso del Estado, donde el diputado Eloy Franklin los canalizó con el subsecretario de Gobernación Jorge Vega Arroyo, quien a su vez se comprometió a realizar mesas de trabajo con los afectados y los tres niveles de gobierno, pero éstas no se han llevado a cabo. Los vecinos volvieron a reunirse con personal de la SCT y se encontraron con que la dependencia ya había generado algunos acuerdos con la empresa sin tomarlos en cuenta.
El pasado 6 de junio tenían programada una reunión con un representante del gobierno estatal, pero éste no se presentó. Alfredo Molina, representante de los vecinos, indicó que las autoridades les ofrecen algunas obras para prestación de servicios básicos a cambio de que acepten el proyecto de la empresa, sin embargo destacó que se trata de obras que la autoridad está obligada a realizar, por lo que no pueden ser condicionadas.
Aunque la empresa detuvo los trabajos frente a las viviendas, señalan que el proyecto avanza en inmediaciones del Río Santiago, por lo que ellos siguen firmes para frenar a la empresa. Debido a esta situación, los colonos informaron que pedirán la intervención del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pues no han encontrado respaldo de las autoridades en el estado, también interpondrán recursos legales, y de ser necesario habrá manifestaciones.
Los vecinos estiman que este proyecto afectará a unas 3 mil familias, pues la zona que abarca está entre el Río Santiago y Sanjuanico.