La codependencia es una condición psicológica que manifiesta una persona que centra su vida en las necesidades de otro.

Así lo explicó en entrevista radiofónica el terapeuta especialista del Instituto Temazcalli, Juan Antonio Monternach Aguilar, quien aseguró que el tratamiento adecuado puede ayudar a quienes padecen este trastorno.

Detalló que el codependiente suele olvidarse de sí mismo y de sus necesidades, para gradualmente centrarse en los problemas del otro, generalmente su pareja sentimental que suele hacer poco para rescatar la relación, aunque existe también en el amor de la madre por el hijo.

Cuando la otra persona no responde es cuando empiezan a generarse problemas, porque se frustra y se deprime, indicó, el codependiente busca generar en el otro la necesidad de su presencia, ya que al sentirse necesitado piensa que nunca lo van a abandonar.

Ante los micrófonos de ABC Radio advirtió que es común que, en una relación, al codependiente le sea muy difícil poner límites y sencillamente todo lo perdone, a pesar de que la otra persona llegue a herirlo, incluso de manera deliberada.

Son personas que hablan poco de sí mismas, aunque ellos estén mal ahí es el problema, “suele asociarse e incluso en canciones de amor hoy tenemos frases que incitan a la codependencia y que pueden tomarse, peligrosamente, de manera literal”.

Indicó que este problema puede aparecer en cualquier etapa del ser humano, desde que nos empezamos a relacionar con otras personas e incluso antes, en nuestras relaciones con nuestros padres y hermanos.

Monternach Aguilar consideró que hay que aceptar ayuda profesional, “el Instituto Temazcalli brinda terapia grupal, para dar habilidades interpersonales que nos pueden estar haciendo falta”.

Finalmente añadió que, en este trastorno, es fácil confundir la obsesión con un inmenso amor que todo lo puede, “por ello el codependiente es incapaz de alejarse por sí mismo de una relación enfermiza, por más insana que ésta sea, y es muy común que lleguen a pensar que más allá de esa persona se acaba el mundo”.