Establecimientos de la avenida Venustiano Carranza se vieron afectados, primero por las obras de remozamiento de esa arteria, luego por la pandemia, por lo que muchos de ellos ya no abrirán sus puertas.
Aunque la dirección de Comercio del Ayuntamiento capitalino ignora hasta el momento el número de comercios cuyos propietarios optaron por cerrar sus puertas, se calcula que son entre el 20 y 25 por ciento.
Algunos locales ya están en renta y otros podrían cambiar de giro; sin embargo, hasta el momento no hay alguna solicitud en tal dependencia municipal.
El abandono de tales establecimientos ha permitido, además, que sus fachadas sean lienzo de grafiteros, cuya ilícita actividad ha llegado hasta céntricas calles, donde también hay negocios cerrados, y que aprovechan la ausencia de vigilancia policíaca.
En el caso de la avenida Venustiano Carranza, comerciantes que aún sobreviven en el sector consideran que las tareas de remozamiento del ahora llamado "paseo Carranza" y que duraron varios meses desplomaron las ventas, luego vino la prohibición de no estacionarse y, finalmente, la pandemia por el covid-19.
Varios negocios permanecen cerrados y ya no abrirán, principalmente al no superar el gasto por la renta de los locales.