Las nubes grises no pudieron contener la alegría y el colorido de los payasos, que este miércoles cerraron el Carnaval Latino de Payasos con comparsas bajo la lluvia.
Tras dos días de capacitación en diferentes temáticas, este miércoles concluyó el Carnaval Latino de Payasos con la tradicional foto del recuerdo en las escalinatas del Teatro de la Paz.
Previo a la captura del momento, una batucada prendió el ambiente e hizo bailar tanto a los payasos como a decenas de curiosos que se encontraban de paso.
Apenas las cámaras comenzaron a "disparar" y unas gotas de lluvia se hicieron presentes, hasta convertirse en una llovizna copiosa que llevó a pausar el inicio de las comparsas que saldrían de un costado del Mercado Hidalgo, sin embargo al ver que no paraba la lluvia los organizadores dieron la instrucción "¡vámonos a las comparsas! ¿Somos hombres o payasos?".
Así, algunos valientes emprendieron el camino hacia el pasaje Hidalgo.
En el trayecto arreció la lluvia y entonces el desfile se limitó a el tramo de Obregón hacia la Plaza de Armas, en donde frente al Palacio Municipal se llevaron a cabo los concursos frente a los paseantes que habían quedado atrapados en los portales para resguardarse del agua.
Al Carnaval acudieron payasos de distintas ciudades del país y del extranjero, por ejemplo "Mami Olga" de la Ciudad de México, quien se caracterizó como el personaje de la película "El joven manos de tijera" (Edward scissorhands) para el concurso de Mejor Vestuario, explicó que con este atuendo busca "enseñarle a los niños que a pesar de una discapacidad, tenemos corazón".
Ella tiene 10 años como payasita, maga y comediante, y destacó que cada año sigue capacitándose para mantener la esencia del payaso, "nosotros nos dedicamos a hacer reír, a entretener, a dar fantasía, ilusiones, entonces el mensaje es que nos vean como algo sobrenatural que siempre los va a hacer reír y siempre les va a demostrar que todo ser humano tiene un niño dentro".
También acudió el payaso "Charolín" con su hijo "Charolín Junior pelos de elote", provenientes del estado de Tlaxcala; Charolín lleva 35 años de carrera, un hijo mayor comenzó en este arte desde los 5 años de edad y aunque ya es ingeniero sigue dedicándose al arte de payaso, mientras que Charolín Junior comenzó a presentarse hace tres años con trompeta y malabares.
Charolín coincidió en que "el show para niños se está perdiendo, contratan a compañeros que hacen show para adultos y los niños ven cosas que no deben ver", por lo que recomendó a los padres de familia que al contratar un show primero decidan qué es lo que quieren para sus hijos.
Entre los asistentes potosinos estuvo el famoso "Zampabollos", quien con 40 años de trayectoria sigue presentándose en hospitales, asilos y albergues de niños, para llevar alegría y sonrisas a través de sus chistes y trucos de magia.