Algunos funcionarios públicos, no han cumplido a cabalidad con sus responsabilidades y ya están pensando en buscar contender por otro puesto público, aún y cuando están dejando procesos inconclusos dentro de los gobiernos.
Lo anterior se conoce como "chapulineo" que tradicionalmente se ha presentado en todo nivel de gobierno y actualmente tiene ejemplos muy claros, de políticos que quieren dejar botado el puesto, para seguir con sus carreras políticas.
Esto es lo que consideró Israel López Monsiváis, profesor e investigador de la licenciatura en Administración Pública y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), quien argumentó que llevar este tipo de prácticas, es sin duda una irresponsabilidad y refleja ante todo el amor al poder, incongruencia y poco compromiso que tiene la clase política con la sociedad.
Citó ejemplos muy claros de este tipo de casos como el de Durazo a nivel nacional que se fue para contender por el Estadio de Sonora, sin haber dejado resultados claros de su trabajo en la Secretaria de Seguridad.
En el ámbito local, hay funcionarios de estado que quieren ser gobernadores, al igual que en el caso de los municipios, donde vieron a la función pública como el trampolín ideal para su proyecto a la gubernatura.
Sostuvo que en todo caso, sí realmente quisieran al pueblo irían por la relección para solucionar los problemas que hay en seis años.