En ciudades de la frontera norte de México hay alrededor de 18 mil migrantes en espera de ser recibidos por autoridades estadounidenses para solicitar refugio, indicó el sacerdote Alejandro Olayo-Méndez, investigador especialista en Migración y Refugio.
La política migratoria que han adoptado México y Estados Unidos ha generado un mayor flujo en la frontera norte, donde se habla de “cerca de medio millón de mexicanos que regresan de forma voluntaria o deportados, y va en ascenso”, a ellos se han sumado alrededor de 18 mil migrantes centroamericanos, haitianos, africanos y de la comunidad LGBT que están a la espera de ser recibidos para presentar su caso y solicitar refugio en el vecino país del norte.
El sacerdote indicó que estos miles de migrantes se encuentran en ciudades fronterizas como Tijuana, Mexicali y Nuevo Laredo, lo que ha generado una situación bastante difícil en la frontera norte de México, ya que “en la práctica no hay un modelo de recepción, hay esfuerzos aislados pero no hay una organización definida y no hay un apoyo claro para atender a esta gente que regresa a esperar a la frontera”.
Y es que destacó que estas personas deben esperar entre seis y ocho meses para ser recibidos por las autoridades estadounidenses: “generalmente tienen citas para abril 2020, noviembre o diciembre de 2019”. Estos plazos constituyen los que esperarían los migrantes si se da uso al protocolo del centro de transferencia que se ha planteado para San Luis Potosí.
Olayo-Méndez señaló la necesidad de que estas personas cuenten con las condiciones para una espera digna, por ejemplo, que tengan acceso a un empleo, que los niños que los acompañan puedan ejercer su derecho a la educación y que tengan acceso a la salud, pues se ha detectado hacinamiento en las estaciones migratorias. Lo más importante, dijo, es que se les haga saber en qué condiciones tendrán que esperar hasta tener su cita para solicitar refugio en Estados Unidos.
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