Cerradas desde hace años por considerarse que ya no eran funcionales, las "casetas de vigilancia" o "casetas de policía" municipales siguen a la fecha con un destino incierto, aunque algunas ya desaparecieron o quedan vestigios de ellas.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) capitalina tiene contabilizadas aproximadamente 30 casetas que, en un momento, se consideró reutilizarlas ya no para tener policías "de a fijo", sino para darles otra utilidad, algunas como sede de los comités vecinales de seguridad, por ejemplo.
No se utilizan desde 2004
Sin embargo, debido a que la mayoría de las casetas son -o eran- de pequeñas dimensiones se desistió por la imposibilidad de ampliarlas.
La mayoría de las casetas comenzaron a dejar de utilizarse alrededor del año de 2004; se construyeron en trienios anteriores, casi todas a solicitud de vecinos de barrios, así como de colonias hoy de más de 50 años.
La casetas de nuevos fraccionamientos ya son particulares, y solamente operan como "filtros" para entrada y salida.
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Ni llaves hay de sus cerraduras
Algunas, debido a su abandono -de algunas ya ni se tiene la llave de su candado o cerradura- fueron irrumpidas por malvivientes que hicieron de ellas un refugio; hoy ninguna de ellas presenta esa condición; varias fueron derribadas por la misma situación.
Actualmente, la corporación municipal sigue sin considerar su activación, y opta por la ventaja de tener a todos los policías en la calle.
Se considera que tener a un policía en una caseta -a pesar de la sensación de seguridad de los vecinos- no es un modelo fructífero en materia de seguridad en la actualidad. Inclusive, muchas veces servían más como dormitorio de los propios elementos.
Proximidad social y prevención
Hoy, presume la corporación, el estado de fuerza de corporación está en las calles, haciendo presencia y teniendo acercamiento personal con la ciudadanía a través de las labores de proximidad social, con el contacto directo a través de los mas de 500 comités de seguridad vecinal, realizando labores de prevención y, evidentemente, también de reacción.
Quizá los únicos policías fijos serían aquellos mujeres y hombres que operan las cámaras de sobrevigilancia, pero fuera de eso, el esquema de tener un policía más al cuidado de una caseta que de sus alrededores, ya no está considerado.