El 90 por ciento de la maquinaria pequeña que es robada a las empresas constructoras termina en casas de empeño, o bien en tianguis donde es revendida a un precio mucho menor; denunció el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Manuel Antonio Castanedo de Alba.
El empresario lamentó que es muy común que a los constructores les sean hurtadas las revolvedoras, bailarinas, rompedoras y otro tipo de maquinas, las cuales les cuestan a ellos hasta 45 mil pesos o más, pero terminan siendo malbaratadas en las casas de empeño por menos de tres mil pesos.
En este sentido consideró importante que, quienes se dedican a hacer préstamos en este tipo de lugares, soliciten a las personas las facturas de las maquinas que les llevan a empeñar, para corroborar que verdaderamente son propietarios de éstas y así evitar que se siga fomentando el robo de maquinaria.
“Toda la maquinaria pequeña como son las revolvedoras, bailarinas, rompedoras, etc., terminan en las casas de empeño, o en las vías de Hernán Cortés, sabemos que todo es malhabido; por supuesto que estamos de acuerdo que para que les puedan prestar dinero las casas de empeño, que les lleven la factura de la maquinaria”, expresó.
Castanedo de Alba comentó que, si bien no han hecho extensa su petición a las casas de empeño de cerciorarse que lo que les llevan no sean artículos robados, pues se supone que están reguladas por la misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y es quien debe verificar que se están cumpliendo con los lineamientos establecidos para que éstas puedan otorgar préstamos.