Capacitan sobre manejo de serpientes para evitar su exterminio en la Huasteca

El temor que se les tiene, provoca que sean exterminadas, lo que afecta a los sistemas y a los mismos seres humanos

Mayra Tristán / El Sol de San Luis

  · domingo 28 de abril de 2024

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

Menos del 20% de las especies de serpientes en todo el mundo son venenosas, y la mayoría de ellas no son agresivas, sólo muerden cuando se sienten amenazadas o provocadas, aún así, el temor que se les tiene provoca que sean exterminadas, lo que no solamente afecta a las poblaciones de serpientes sino también a los ecosistemas y a los mismos seres humanos, así lo explicó el herpetologista David I Bacsek, quien impartió un curso para la conservación y manejo de serpientes venenosas.

Enclavado en la Huasteca potosina, el rancho La Casa de las Piedras es punto de cultivo de café y vainilla, ésta última siendo una especie de orquídea, requiere suelos de hojarasca que son atractivos para las serpientes, por lo que es común que los trabajadores se encuentren con alguno de estos reptiles en su día a día.

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

La reacción más “natural” al toparse con alguna serpiente, es exterminarla para con ello evitar el riesgo de mordeduras, sin considerar las consecuencias que esto genera, y es que las serpientes juegan un papel importante en su ecosistema, por ejemplo, ayudan a controlar poblaciones de ranas, insectos y roedores, además forman parte de la cadena alimenticia ya que son consumidas por zorrillos, mangostas, jabalíes, halcones, águilas, incluso por otras serpientes. También ayudan a dispersar semillas, pues cuando se alimentan de roedores que consumieron semillas, éstas son expulsadas intactas.

Fue bajo estas consideraciones que Mauricio Palos convocó a una capacitación en el rancho La Casa de las Piedras, dirigida no solamente a sus trabajadores, sino también a agricultores, médicos veterinarios, y divulgadores de la ciencia; la capacitación fue impartida por el herpetologista David I Bacsek, y Eduardo Segundo Compean, colaborador de Redtox, Paramédico e instructor policial en la Academia de Seguridad Pública e instructor de la Benemérita Cruz Roja Mexicana.

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

Hijo de un amante de las especies exóticas, a sus dos años de edad, David I Bacsek recibió una serpiente como mascota, y la presencia de esta culebra fue parte preponderante en su formación personal. Ya como adulto especializado en el tema, desarrolló un sistema que parte de la educación y concientización respecto a la importancia de las serpientes en el ecosistema y cómo coexistir con ellas.

De esta manera, hace énfasis en que el campo no solamente es un espacio de trabajo para la agricultura, sino también el hogar de diferentes especies de animales que conforman un ecosistema, mismo que se puede ver afectado cuando se extermina alguno de sus componentes, como en este caso ocurre con las serpientes.

Nahúm Delgado / El Sol de San Luis

Además de señalar los beneficios que tiene la presencia de las serpientes en el campo, el programa incluye capacitación sobre técnicas de manejo de serpientes y prevención de mordeduras, de modo que las personas sepan cómo actuar al toparse con alguna de ellas, echando abajo mitos que se han popularizado en programas televisivos o películas, y es que por ejemplo, al ser mordido por una serpiente venenosa no se deben aplicar torniquetes, no se deben hacer cortaduras en la zona mordida, y tampoco se debe intentar extraer el veneno con la boca.

Durante su estancia en el rancho, Bacsek capturó una serpiente mahuaquite cabeza de venado -poseedora de un veneno capaz de destruir células, vasos sanguíneos y tejido muscular-, con ella se realizaron prácticas sobre protocolos de seguridad para saber cómo acercarse, capturar, transportar y localizar serpientes venenosas.

Una forma de evitar el riesgo de mordeduras sin eliminar a las serpientes venenosas, es fabricar trampas para relocalizarlas de forma segura, alejarlas mediante el uso de plantas y aceites, o modificar las áreas donde anidan para evitar su presencia en las zonas de trabajo.

Es así que durante dos días, un grupo de 30 personas pudo conocer más sobre estos reptiles y comprender que es posible la coexistencia armoniosa entre las serpientes y los humanos.

Con información de Nahúm Delgado