La cancelación por segundo año consecutivo de la Procesión del Silencio en San Luis Potosí sin duda representará un golpe económico fuerte para los sectores de comercio, servicios y turismo, pues éste y otros eventos religiosos les significaban a los negocios un incremento en ventas de hasta un 90 o 100 por ciento, sin embargo este año el flujo será mucho menor, considerando también que la pandemia sigue vigente.
Así lo señaló el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO-SERVYTUR), Juan Servando Branca Gutiérrez, quien comentó que si bien, en esta Semana Santa el repunte en ventas no será igual al de 2019, pero sí esperan esta temporada vacacional les dé un poco de respiro económico a los negocios, y que puedan sacar provecho de los visitantes tanto locales como foráneos que se tengan.
No obstante, apuntó, la ventaja es que el comercio ya tiene permitido operar los domingos, lo cual ha sido muy benéfico porque las ventas registraron una recuperación de entre el 25 y 30 por ciento, por lo que esperan que eso también contribuya a seguir teniendo un repunte en estos próximos días.
Respecto al ambulantaje, el empresario manifestó que piden a la autoridad que haya piso parejo pues, aunque “a nadie se le puede negar el derecho a sobrevivir”, es importante que hagan conciencia de que se deben mantener las medidas sanitarias, tanto en el sector formal como el informal. Por ello, exigen a la autoridad que haga su trabajo y cuando vean que no hay cumplimiento, pues que actúen en consecuencia.
“Pareciera ser que en el comercio de la vía pública no existe el Covid-19, pedimos que se les exija que porten el cubrebocas, mantengan sana distancia y sobre todo que eviten las aglomeraciones. También recordarle a la población que siempre será más sencillo y seguro entrar a un establecimiento donde se siguen las medidas sanitarias, que ir a un lugar en la vía pública donde hay mayor riesgo de contagio porque no hay un control”, añadió.
Finalmente reiteró el llamado a los potosinos a seguir priorizando la salud, y ser empáticos respetando los aforos permitidos tanto en negocios y restaurantes, como en los parajes turísticos.
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