El sector restaurantero aún presenta un déficit de personal, y aunque durante la Feria Nacional Potosina (Fenapo) disminuyen las ventas para los establecimientos que no tienen sucursal en la feria, los que sí se instalan en el recinto demandan más personal, indicó Eduardo Kasis Chevaile, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).
Kasis Chevaile mencionó que el sector restaurantero aún presenta faltantes en sus plantillas, y durante la temporada de verano ocurren dos circunstancias, por un lado, los establecimientos ubicados en la ciudad presentan una reducción en ventas a partir de junio y se agudiza en agosto ya que las personas concurren más en la Fenapo, y la afluencia comienza a repuntar hasta septiembre.
Sin embargo, también establecimientos que tienen más actividad debido a las graduaciones o eventos culturales y deportivos que se realizan en la ciudad, además de que aquellos que se instalan en la feria, requieren de más personal, “si no duplican plantilla, sí contratan personal nuevo porque requieren gente para su infraestructura normal, adicional a lo que vayan a tener en la feria”.
Al respecto, dijo esperar que esos estudiantes que aprovechan las vacaciones para trabajar, puedan continuar su relación laboral cuando inicie el nuevo ciclo escolar para que los restaurantes comiencen a completar sus plantillas.
Además, pidió a los establecimientos, que siempre que hagan contrataciones, así sea para laborar sólo unas horas, exista de por medio un contrato por escrito, pues destacó que los patrones están obligados a demostrar qué vínculo existe entre el negocio y las personas que se encuentran al interior del mismo.
Kasis Chevaile explicó que cuando un negocio reporta el pago a una persona, puede ser auditado por instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y si el patrón no demuestra cuánto tiempo trabajó y que ya le fue pagado su salario, se arriesga a que el Instituto le cobre la cuota de Previsión Social correspondiente a todo el mes aunque sólo haya trabajado un día, a lo que se suman cobros de actualización y recargos que se convierten en “una bola de nieve” que implica altos cobros para las empresas.
También existe la posibilidad que el propio trabajador alegue que ha laborado más tiempo del que lo hizo, por lo que insistió en la solicitud a los restauranteros, para que todo empleado esté respaldado por un contrato, así sea que vaya unas horas para un evento, que acuda una vez al mes para dar mantenimiento, o esté de planta.