El número de atenciones a niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados ha disminuido en los últimos años, de 656 en 2021 a 454 en 2022; en 2023, hasta ahora, van 27; la mayoría de Guatemala y en menor número de Honduras y El Salvador.
Así se informó desde el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, instancia que precisó los detalles de estos servicios a la citada minoría en contexto movilidad humana.
En los últimos tres años, estos menores han sido canalizados a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes No acompañados.
Los menores llegan en su mayoría con escasas o nulas pertenencias, ya que las tiene que dejar por el camino, por lo que traen lo indispensable en cuanto a ropa o dinero.
De igual forma, su salud e higiene viene deteriorada por las condiciones de viaje de días o incluso semanas, se han dado casos de varios adolescentes con Covid-19, para los que tuvieron que tomarse las medidas pertinentes de aislamiento.
Si en la entrevista que se les realiza refieren haber sido víctimas de algún delito en su camino, por parte de la citada Procuraduría se le promociona el acompañamiento ante las autoridades correspondientes, así como la representación jurídica y psicológica.
El número de las atenciones que se brindaron durante 2020, año de inicio de la pandemia de Covid-19, fueron solo 56, estos se dirigieron a menores de edad y adolescentes, en su mayoría originarios de Guatemala, Honduras y algunos de El Salvador.
Para 2021 la cifra creció de manera exponencial, de 56 a 656 niños y niñas, así como adolescentes, originarios de los mismos países.
En 2022 el número de atenciones disminuyó a 454 atenciones, sin embargo se detectó que entre ellos hubo menores de más países que los antes mencionados, como Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Panamá e incluso de Estados Unidos.
En lo que va de este 2023, hasta ahora se han detectado, y brindado apoyo, a 27 niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados de Guatemala, Honduras y Ecuador.
Finalmente se destacó que el trámite de recepción consiste en que, al momento de su ingreso, se les aplica una entrevista para detectar sus necesidades inmediatas, con respecto a su retorno, ellos refieren su deseo y si por algún motivo no quieren o pueden retornar se busca contactar a los familiares para encontrar alternativas e informarles de la solicitud de refugio.