El bordado se ha convertido también en un espacio para que las personas nombren sus luchas, una técnica que durante siglos ha entramado la historia de las mujeres que desde los hilos y su trabajo manual exponen sus dolores y esperanzas.
Y así fue este domingo para las madres, hermanas e hijas que integran la asociación civil de familias buscadoras de personas desaparecidas, Voz y Dignidad por los Nuestros SLP, que con la guía de la maestra Cristina López Suárez, realizaron un evento de bordado para honrar la memoria de todas las personas que no han sido localizadas en territorio mexicano.
Este encuentro de bordado que llevó por nombre "Porque tenemos memoria, exigimos justicia", las participantes expresaron sus pensamientos a través de los entramados de varios hilos, y quiénes por medio de palabras cosidas, expresaron la pérdida, la duda y hasta la falta de certezas.
La convivencia poco a poco desdibujó la incertidumbre, en la que cada participante pudo encontrar en la manta un lienzo de expresión, a su vez, compartir con otras personas sus sentires al atravesar la misma situación de no saber sobre el paradero de su familiar.
Así comenzaron, sobre el piso de cantera trazando los nombres de sus hijos, hermanos y padres sobre la manta, para después pasar la aguja y los hilos y así formar los nombres de Gael, Omar, Beatriz, Jorge, Ignacio , Irene, José , Caleb y Alan.
"Recuerdo que comenzamos en la pandemia y buscábamos visibilizar y dar seguimiento de esta situación tan agravante que atraviesa el país. Ahora el motivo es también nombrar una vez más lo que sucede, que año con año son más personas desaparecidas , y es importante aún más porque ahora se viene el 30 de agosto y hay fortalecer la lucha, acercándonos al Día Internacional de Detenido Desaparecido", dijo Cristina López.
Ahí también estaba Verónica Vargas Rivera, madre de Alan Michel Martínez Vargas, quien desapareció el 26 de julio del 2021, al viajar con otros tres jóvenes a Jalisco en busca de trabajo y quién después de casi dos años, las autoridades no han podido localizarlo.
Así Vargas Rivera también se adentró al bordado, comentó que fue la primera vez que realizaba este ejercicio y que buscaba con él, nombrar en cada entramado de la aguja a su hijo, su lucha y su exigencia de justicia.
"Yo creo que este encuentro es importante, nos ayuda a las madres a mantenernos activas y así nombrar la desaparición de nuestros hijos. Yo con este bordado busco que las personas se sensibilicen, que sepan que es una problemática latente, que existe, y que no vamos a parar hasta encontrarles".
La crisis de desaparición en México, obliga a las familias víctimas a enfrentar diversas situaciones que vulneran su condición humana, sin embargo, la existencia de estos espacios, les refuerzan que su lucha no es en vano y que pueden encontrar resiliencia hasta en algunas puntadas.
Por ello bordar para ellas es también un medio de reivindicación, un instrumento de protesta, una manera de hacer pública sus denuncias y exigencias.