A pesar de la "nueva normalidad", los aseadores de calzado del Centro Histórico no han recuperado su clientela y sus ingresos siguen siendo mínimos; desde el inicio de la crisis sanitaria derivada del Covid-19, sus percepciones cayeron en más del 80 por ciento.
Y, por si fuera poco, la mayoría de ellos ni siquiera son propietarios de la silla que trabajan. "Somos empleados; tenemos que pagar por la renta de la silla", denunció uno de ellos.
Detalló que casi todas las sillas pertenecen a terceras personas; inclusive, hay un ex aseador de calzado propietario de varias y "él solamente viene a recoger lo de la renta y se va, o regresa más tarde cuando no se la hemos completado".
La renta de una silla para bolear calzado fluctúa entre los 100 y los 150 pesos diarios, dependiendo de la zona donde se ubique.
Los "patrones" de los boleros no tuvieron compasión, y no les perdonaron la renta durante la Jornada Nacional de Sana Distancia. "Imagínate, si a veces ni siquiera sacamos para el camión, menos lo de la renta".
Caso aparte son los insumos que deben comprar, como tintas, grasas, cremas, cepillos o brochas, para seguir trabajando. "A veces nos prestamos entre nosotros mismos, un poco de tinta o hasta un cepillo".
Tal situación, según otro de los aseadores de calzado del Centro Histórico, ya es del conocimiento de las autoridades municipales, que, hace unos meses, les ofrecieron tomar cartas y gestionar que sean los propios boleros los propietarios de las sillas.
"Aquí hay camaradas que tienen años en la boleada; hay uno con más de 40 años y ni siquiera es el dueño de la silla", se lamenta.
No obstante, hasta el momento no se les ha resuelto tal petición, pero saben que en la Unidad de Gestión del Centro Histórico hay un proyecto para renovar las sillas. "Nos las quieren cambiar por unas nuevas, que según eso van a ser acorde a la fisonomía del centro (Histórico), pero no nos han dicho que ya vayan a ser nuestras".
Actualmente, con la "nueva normalidad" los ingresos no han mejorado. "Si te avientas dos o tres boleadas ya es mucho; por eso andamos sobre los apoyos del gobierno", comenta otro bolero, ubicado en la parte baja del palacio Municipal.
Esperan que su situación económica mejore con el paso de los días, con la reanudación de las actividades en el centro de la ciudad, pero se mantienen a la expectativa de los apoyos a los que pudieran tener acceso.