Verdadera angustia sufren vecinos de las avenidas 20 de Noviembre, Reforma y las calles Ramón Adame, Quezada y Pípila en los límites del Centro Histórico, por la invasión de desconocidos a inmuebles abandonados, algunos ya en ruinas, en los que han acumulado basura que, además de generar una plaga de ratas y moscas, es quemada intencionalmente con riesgo a que el fuego se propague.
Por si fuera poco, los invasores utilizan carritos de supermercado que atraviesan al paso de los vehículos, para obligar a sus conductores a detenerse para pedirles dinero, de acuerdo con su denuncia.
Asimismo, temen que sean autores de atracos que han ocurrido en los alrededores, o busquen ingresar a domicilios aledaños a los inmuebles que están ocupando.
Lamentablemente, y aunque la situación ya se ha puesto del conocimiento de las autoridades, hasta el momento no hay respuesta; piden que los inmuebles sean desalojados y sometidos a una remediación.
Ninguna corporación policiaca ha respondido tampoco a los llamados de auxilio, cuando detectan el consumo de drogas o alguna situación de inseguridad.
Ratas muertas ya engusanadas en plena calle y basura con restos de comida han generado también una plaga de moscas; el problema de salud que enfrentan podría ser más grave por la basura que acumulan los invasores dentro de los predios, la que en ocasiones queman o lanzan a la vía pública.
Cabe citar que los inmuebles invadidos se ubican en el cruce de las avenidas 20 de Noviembre y Reforma, así como en Reforma y Ramón Adame y Reforma y Quezada, pero en la zona hay otras fincas ocupadas que también son utilizadas como basureros.
Situación aparte es que la mayoría de esas fincas están semidestruidas o parecen estar a punto de colapsar, lo que es un riesgo para quienes las están ocupando.