“Hoy que la humanidad camina hacia la verdad, los periodistas somos los que vamos dándola a conocer y a veces difundimos lo que consideramos nuestra verdad, por lo que ser periodista es una prurito de responsabilidad y más aquí en México”.
Así lo expreso aquí el periodista español, Alberto Peláez, quien lamentó que en 2022 hayan muerto 22 compañeros y que en este año llevemos ya siete, “no es la mejor cifra, ni la mejor noticia, y creo que hay una parte de corresponsabilidad de las autoridades”.
Nosotros, añadió, tenemos que ejercer nuestra profesión con libertad, tranquilidad y sosiego, para poder informar lo que la gente necesita saber ¿qué está pasando en San Luis Potosí; en México; en España? por eso creo que necesitamos de las autoridades un punto de compromiso.
El también escritor opinó que lo que está pasando en la actual administración federal es el reflejo de lo que pasó en administraciones anteriores “creo que hay que ser más ecléctico, porque no es preceptivo del presidente López Obrador; pasó con el presidente Peña, con Calderón y con Fox, cuando asumes la jefatura de estado tienes muchos resortes, muchas herramientas para ejercer cierto control”.
De visita por San Luis Potosí y cuestionado acerca de la situación de los periodistas a nivel económico, expresó: “a mí me hace gracia que mucha gente piense que tengo mucho dinero, y me lo dicen porque fui corresponsal de guerra, a mí me pagaban exactamente lo mismo, de verdad, los periodistas trabajamos en esto porque nos gusta, yo lo hago porque me gusta esta profesión, el que lo haga para hacerse rico que se dedique a otra cosa”.
No sé si los he merecido o no, pero me han otorgado unos cuantos premios, refirió, que yo agradezco de verdad “aunque nunca he trabajado para conseguir premios, es verdad que ahora me he abierto, como lo pueden ver en Alberto Peláez TV, donde por una idea de mi esposa, entrevistamos a gente famosa en su cama, y nos está yendo muy bien, hemos entrevistado a mucha gente no solo del ambiente político, también artistas y cantantes, españoles y mexicanos; así como gente de la sociedad civil”.
Finalmente Peláez observó que, al principio, sus invitados están incómodos “pero luego se van relajando y se van soltando, entonces se convierte en un programa un poco más intimista, divertido, socarrón, serio, profundo o frívolo; dependiendo de los entrevistados”.