La autoexploración mamaria y la revisión médica, contribuyeron para que Verónica, derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí, tuviera una detección temprana de cáncer de mama.
A los 38 años de edad, se percató de una inflamación en el área de la axila izquierda ahí vivió lo impensable, todo le pasó por la mente, “pensé que por mi menstruación se me habían inflamado los ganglios, esperé unos días a que pasara mi periodo y se desinflamara, pero no fue así”.
Al acudir a la atención médica, se le realizaron diversos estudios, se diagnosticó el cáncer de mama in situ. “Esto fue hace ya cinco años y el golpe de esta noticia para mí fue muy duro, porque tenía que decírselo a mi familia, a mis hijos”.
Ella forma parte del grupo de voluntarias del IMSS, por lo que sabía de la enfermedad al participar en el taller de Prótesis de Mama y en otras de las actividades que realizan en el Voluntariado.
“Conocía a mujeres con cáncer de mama, escuchaba sus testimonios de cómo lo estaban viviendo, de las quimioterapias, de las mastectomías, ahora era yo a quien le tocaba vivirlo, no creía que fuera a pasarme a mí”.
Afortunadamente el diagnostico se realizó de forma temprana, por lo que con los tratamientos médicos fue posible atender la enfermedad.
“Tuve una cirugía, sesiones de radiaciones y quimioterapias y aquí estoy cinco años después, todavía bajo vigilancia médica de forma periódica tanto en mi Unidad de Medicina Familiar como con los especialistas en Ginecología y Oncología de los Hospitales Generales de No. 1 y No. 50 del IMSS”.
De manera habitual, ha sido una persona a la que le gusta cuidar su alimentación y estar al pendiente de su salud “acudía a mis chequeos médicos cada año, el papanicolaou, la autoexploración cada mes, y ahora puedo decir que gracias a que he estado al pendiente de mi salud, aún continúo escribiendo un nuevo capítulo cada día. Ha sido un proceso muy complicado, pero a la vez de mucho aprendizaje”.
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