La actividad en el rastro municipal ha aumentado más del 40 por ciento; el volumen de sacrificio de cabezas de ganado alcanza ahora entre las 400 y 450 reses y alrededor de dos mil 500 porcinos, por semana.
Asimismo, por ley de Ingresos los costos de los servicios de matanza, refrigeración, traslado y otros se han mantenido todo el año, algunos con descuentos, lo que ha favorecido a su demanda.
Sin embargo, se aclaró que sus costos no inciden en el precio de la carne al consumidor; se mantiene el abasto, pero el precio final, el del comercio al consumidor, ya depende de otros factores, inclusive, si se trata de productos importados.
Directivos de ese centro de matanza, ubicado en la comunidad de Peñasco, indicaron que el cambio de administración no afectó las actividades diarias y que, de unas semanas a la fecha, ha aumentado la demanda de servicios.
Ademas, al iniciar la nueva administración municipal se reforzaron los protocolos sanitarios y de seguridad para garantizar la calidad de la carne que sale del rastro.
En este sentido, se dio a conocer que no se permite el ingreso de carne procedente de animales que llegaron ya muertos al rastro, menos la que está en malas condiciones y, de ser así, de inmediato se ordena su incineración.