Los panteones municipales estuvieron abiertos por el Día de Padre, con una afluencia de visitantes regular que permitió al comercio una recuperación económica importante, por la venta de flores y globos además de que los aguadores tuvieron actividad e ingresos.
En los panteones del Saucito, conocidos como “nuevo y viejo”, se instalaron en ambas entradas filtros con un empleado municipal colocando gel en las manos de los visitantes, pero sin tomar la temperatura ni tapetes sanitizantes, tampoco exigiendo el uso de cubre boca.
En tanto, en el panteón particular Valle de los Cedros, las puertas se mantuvieron cerradas con un aviso al público sobre la decisión que tiene que ver con las indicaciones del sector salud. No obstante abrieron los negocios de flores que se ubican alrededor.
La afluencia de visitantes al Saucito no fue como en otros años, ya que en la semana se manejó que no serían abiertas las puertas, lo que finalmente sí ocurrió. Se dijo que se cerraría temprano.
Mientras tanto en las fondas que se ubican en El Saucito, las familias acudieron a consumir los alimentos que son tradicionales como menudo, gorditas y tostadas, de una manera normal sin ningún tipo de restricción sanitaria, incluso se llevó a cabo un torneo de futbol por “El Día del Padre”.
Sin mayores contratiempos y como si se tratara de un día normal, se realizaron las actividades religiosas, de mercados ambulantes y de paseo familiar, de personas provenientes de municipios aledaños y comunidades, como ocurre todos los domingos al norte de la ciudad.
Los grupos de música norteña estuvieron a la expectativa de cualquier contratación afuera del panteón y ya después consiguieron que se les permitiera el acceso. No hubo ningún tipo de operativo especial sanitario ni policiaco en la zona.