Con la participación de más de dos mil penitentes, esteViernes Santo la Procesión del Silencio cumple 64 añosininterrumpidos. “Son muchos años de devoción, de calidad y deprepararnos para transmitir nuestra religiosidad popular a los ojosde todos los visitantes; es una retroalimentación de fe”,detalló Guadalupe Romo López, fundadora y presidenta Vitalicia deTradiciones Potosinas A.C.
Romo López, quien tuvo a su cargo ayer una conferenciamagistral sobre el origen, trascendencia y trayectoria de laProcesión del Silencio, que ofreció en Palacio Municipal,explicó que este evento magno de la Semana Mayor está “a losojos del mundo”.
“Trabajamos todo el año para continuar con esta granresponsabilidad, y es una larga trayectoria de 64 años”, dijo, yseñaló que la procesión silente representa el Viacrusis completoy los Misterios Dolorosos del Rosario.
El evento, que tiene sus raíces en Sevilla España, inició en1954 con integrantes de 30 cofradías que se reunieron paraexpresar el duelo por la Pasión y Muerte de Cristo. Surge de laafición taurina y por la devoción a la Virgen de la Soledad.
La procesión parte del templo del Carmen y recorre principalescalles del Centro Histórico. Es una distancia de aproximadamente2.5 kilómetros.
Romo López, quien apenas el año pasado fue reconocida por elAyuntamiento de San Luis Potosí por su gran aportación parapreservar y difundir las tradiciones potosinas, en especial laProcesión del Silencio, reconoció que hay mucha gente que tienedeseos de participar pero que literalmente se quedan “en lista deespera”.
En la actualidad participan más de dos mil penitentes,repartidos entre cofrades, costaleros, horquilleros, entre otros,algunos arropados con la túnica distintiva , con la cabezacubierta con una capucha larga y puntiaguda, de diferente colorsegún la cofradía a la que pertenece.
Otros, van ataviados con vestimentas de época o de personajeshistóricos, y cargan a cuestas imágenes religiosas, siendo una delas más representativas la de la Virgen de la Soledad, tambiénconocida como La Dolorosa.
Las damas y niños portan el tradicional rebozo de Santa Maríadel Río, en los colores que distinguen a su cofradía, lo que leda mayor identidad a esta importante tradición potosina.
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