Aunque ya se abrió la circulación vehicular en la calle Guerrero, los comerciantes no han podido recuperarse de la caída que tuvieron durante los casi nueve meses que estuvo cerrada la calle debido a la obra de rehabilitación, tal es el caso de Laura Martínez, quien todo este tiempo tuvo cerrado su negocio ya que no podía ingresar entre escombros y zanjas ya que usa silla de ruedas.
La comerciante indicó que apenas la semana pasada volvió a abrir su negocio, sin embargo ya perdió a sus clientes debido a todo el tiempo que estuvo cerrado y además ha tenido que poner en oferta su mercancía, “la mercancía se empolvó toda, los clientes preguntan si es de segunda, la tengo en oferta para que salga”.
Mencionó que no tiene a personas que dependan económicamente de ella, sin embargo el cierre de su negocio sí le representó una afectación debido a que es su única fuente de ingresos, y aunque no podía acudir a vender, tuvo que pagar la renta mensual de 7 mil pesos y pagar el chofer que la lleva, para que no le renunciara.
Se refirió a los apoyos prometidos por el gobierno estatal, que consistían en créditos por parte del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado (Sifide), y aunque estaba dispuesta a endeudarse “porque no me gusta que me regalen el dinero”, no han llegado, “todo mundo dice que van a ayudar y a la mera hora nada, yo creo que nada más son palabras para calmarnos”.
Al respecto, el presidente de la asociación Nuestro, Alberto Narváez Arochi, manifestó que fueron alrededor de cuatro comerciantes los que se acercaron al Sifide para solicitar un crédito para reactivar sus negocios, sin embargo a ninguno le fue autorizado porque no son sujetos a crédito, “claro, pues están quebrados” por la misma obra.