No importó la intensa neblina, la ligera llovizna, ni el frío que se dejó sentir este martes de diciembre para que personas de la tercera edad acudieran a recibir el refuerzo de la vacuna contra el Covid-19.
Enchamarrados, algunos con doble suéter, bufandas y hasta gabanes, cumplieron con su obligación social de recibir el refuerzo de la vacuna contra el Coronavirus.
Solos o acompañados de sus hijas, acudieron a la cita con la dosis de AstraZeneca, hicieron largas filas en la mayoría de los puntos destinados para la vacunación y les tocó esperar por varias horas.
Los señores adultos se dijeron inciertos porque habían recibido previamente el biológico de Pfizer, y desconocían si era correcto recibir la vacuna de otra marca; aún así se aventuraron y corrieron hasta la unidad de vacunación más cercana.
Como ya es costumbre, los servidores de la nación realizaron labores organización, en algunos momentos conflictuaron el acceso debido a la fuerte demanda que se dio durante las primeras horas de esta Jornada Estatal de Vacunación.
Algunos adultos mayores eran llevados en sillas de ruedas debido a que enfrentan enfermedades con alguna comorbilidad, la gran mayoría tuvo que esperar pacientemente su vacuna.