El tema de la disminución o anulación del uso de plásticos se puede convertir en un problema social, al considerar que alrededor de nueve millones de personas están empleadas en la industria del plástico.
Este asunto debe ser un proceso gradual de cambio que permita que quienes se dedican a ese ramo, puedan ir cambiando, en algunos se podrá, y en otros casos, no.
Consideró como importante no abusar de este material, promover que no sea material de un solo uso, porque mucho de lo que no se maneja de manera adecuada, llega a los océanos, ríos, y contamina el agua. En ocasiones de manera insospechada, por ejemplo, la ropa.
“Cuando lavamos la ropa partículas de este material pasan al agua de lavado, después al drenaje, y aunque hay procesos de tratamiento, desafortunadamente, muchas de estas partículas son de tamaño micrométrico o nanométrico, entonces impide lograr procesos eficientes que puedan remover estas partículas, esto es un ejemplo, de lo que hoy día conocemos como contaminación por microplásticos”, argumentó la directora de Agenda Ambiental de la UASLP, Isabel Lázaro Báez.
Los plásticos contribuyen gravemente a la contaminación del agua, tanto dulce como de los océanos, incluso en áreas de coral, con consecuencias para la biodiversidad de mares, y aspectos relacionados con el fenómeno de cambio climático.
La Agenda Ambiental trabaja en la dirección de la educación ambiental, generando programas e información que permita a la sociedad tener más claro el efecto de estos materiales y cómo contribuimos al problema, sobre todo, al considerar que la producción anual de plástico es de 430 millones de toneladas y de todo ese material solo una tercera parte es reusable, esto da una idea de la dimensión del problema.
La investigadora universitaria manifestó que como sociedad podemos contribuir, al aplicar el reúso, reciclaje, y la reorientación de las alternativas a otros materiales que no representen complicaciones o en su defecto optemos por materiales con procesos de degradación rápidos. El plástico es un material con un proceso lento de degradación.
Recomendó portar un recipiente y no hacer uso desmedido de envases de agua embotellada, en la medida de lo posible, evitar materiales como el unicel, bolsas de plástico, utilizar para el supermercado bolsas ecológicas y dejar de consumir productos con demasiado empaquetamiento, entre otros aspectos que se pueden aplicar en la vida diaria.