Antialcohol, sí debe ser con resguardo de las personas

La aplicación de programas antialcohol debe ser sin fines recaudatorios pero sí con resguardo a las personas que sean detectadas conduciendo bajo los influjos de bebidas embriagantes

Bertha Escalante

  · miércoles 11 de abril de 2018

elsoldesanluis_admin

La aplicación de programas antialcohol debe ser sin fines recaudatorios pero sí con resguardo a las personas que sean detectadas conduciendo bajo los influjos de bebidas embriagantes, sin que ese resguardo signifique quedar “fichado”, ni que se le apliquen sanciones económicas.

Más que penas, “hay que sancionar sacando del peligro a la gente pero más allá, lo que hace falta es educación, responsabilidad, y cultura que deben iniciar en el hogar y no pasar la pelota a la policía de todas las carencias que surgen desde el hogar y en las escuelas donde no se ven materias que hablen de los valores humanos y de los derechos, es una responsabilidad multifuncional”.

No debe pasarse la pelota a la policía de todas las carencias que surgen desde el hogar y en las escuelas

Así lo consideró Othón Sánchez Cruz, exdirector de Estudios y Programas de Prevención de Delito de la SSPDF, y experto en la instalación de programas antialcohol en varios estados de la República, quien destacó la importancia de impulsar en la población el sentido de responsabilidad, la cultura y la educación.

Sánchez Cruz dijo que en otras ciudades el programa antialcohol es muy apreciado por la población más que el programa de vacunación por su propósito, dijo que la premisa debe ser el resguardo a quien maneje en estado de ebriedad por su seguridad y la de otras personas.

Consideró inadecuado que el operativo sea recaudatorio, “Conduce sin Alcohol no debe ser sancionando al individuo, sino que su sanción sea un arresto inconmutable sin ser fichado y sin sanciones económicas, hay gente que no tiene dinero para pagar”.

A nivel nacional ese programa ha reducido la tasa de accidentes en más de 40 por ciento, anualmente entre 25 y 30 mil personas por alcohol como materia presente, y cada año hay 150 mil heridos, entre quienes queda como secuela que algunos nunca vuelven a valerse por sí mismos, “no hay recurso económico que pueda subsanar los daños de una muerte o discapacidad de alguien por accidente”.

Reiteró la necesidad de impulsar la educación desde el hogar y desde las escuelas con un enfoque de respeto al orden, a la ley y sobre todo al prójimo.



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