Este ha sido un año especialmente trágico para la Iglesia Católica, indicó el padre Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
Luego de que el lunes fallecieron dos sacerdotes, el vocero de la Iglesia Católica mencionó que con estas pérdidas "sentimos que quedamos amputados", sin embargo las labores de la Iglesia continuarán, y se espera que próximamente el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero designe a los sucesores del padre Rolando Malondano Salas y Juan Carlos Carrera Rodríguez.
Precisó que a lo largo de este año, se han tenido 11 fallecimientos de sacerdotes, siete a causa de Covid-19 y cuatro por otras causas, por lo que "este año fue un año especialmente trágico para la iglesia de San Luis Potosí".
Priego Rivera insistió en que los contagios no se han dado en las iglesias, sino que se tiene la sospecha de que han ocurrido cuando los feligreses solicitan que visiten a algún enfermo sin decir que tiene Covid-19, "en los centros de salud no hay problema porque no te dan acceso, el problema es cuando el enfermo está en casa y no te avisan qué es lo que tiene; vas, tocas, unges, te acercas porque muchas veces no escuchan, puede ser que ahí se hayan producido muchos de los contagios".
Indicó que ya son 31 sacerdotes los que se han contagiado de coronavirus, de los cuales siete han perdido la vida, actualmente sólo hay un caso activo, se trata de un sacerdote que se encuentra asintomático pero tiene resultado positivo, por lo que está en aislamiento.
Esto además repercutirá en el déficit de sacerdotes que ya enfrenta la iglesia, pues señaló que si bien este año pudieran ordenarse dos o tres clérigos, para el próximo año no habrá ordenaciones precisamente por el déficit de seminaristas, y convocó a los jóvenes a unirse al sacerdocio.
Agregó que debido a la cantidad de sacerdotes fallecidos por esta causa, el Arzobispo ha instruido que eviten acudir a dar los sacramentos a personas con Covid-19, "nos pide que los tengamos en las oraciones de la misa, en las oraciones de la comunidad, que es igualmente eficaz, pero que no nos expongamos", por lo que insistió en la petición a los creyentes para que no oculten cuando se trata de personas con Covid-19 para que los sacerdotes puedan protegerse adecuadamente.
Finalmente, Priego Rivera exhortó al uso del cubrebocas con el siguiente llamado: "hacerle el pedido a la comunidad católica y a todos los hombres de buena voluntad que no bajemos la guardia, porque en la medida que yo me quito el cubrebocas, alguien puede caer muerto a un lado; es una muerte innecesaria porque pude haberme protegido y pude haberte protegido. Por favor, no más muertes, ya tenemos muchas por otras razones".
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